La organización Nachas Health and Family Services le extendió su mano a la Fundación Raoul Wallenberg para organizar un tributo en honor a Raoul Wallenberg, el diplomático sueco que se encuentra desaparecido desde enero de 1945, después de haber salvado las vidas de decenas de miles de judíos y otros perseguidos por el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. Entre los registros de la base de datos de más de seis mil sobrevivientes del Holocausto, Nachas halló que muchos de ellos habían sido rescatados por Wallenberg.
El evento tuvo lugar el jueves 26 de abril ante un auditorio repleto de sobrevivientes del Holocausto junto a sus familias. El miembro de la asamblea legislativa, Dov Hikind, renombrado portavoz del pueblo judío en todo el mundo, fue el maestro de ceremonias.
Durante el curso de la ceremonia el embajador Ulf Hjertonsson, cónsul general de Suecia en Nueva York, aceptó, en nombre de la familia del diplomático, un tributo en honor a Raoul Wallenberg que se presentará el próximo mes en Estocolmo, Suecia, a la hermana de Wallenberg, Nina Lagergren. El embajador Hjertonsson narró brevemente la historia de Wallenberg antes de cederle la palabra a Abigail Tenembaum, Vice-Presidenta de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg, quien resaltó el compromiso de la organización de preservar con vida el legado de Raoul Wallenberg a través de programas educativos que incluyen la filmación de entrevistas a p ersonas salvadas por Wallenberg, la realización de presentaciones en escuelas y la campaña de firmas para revelar el destino de Wallenberg.
El presidente del Buró de Brooklyn, Marty Markowitz, presentó a Raoul Wallenberg y al salvador portugués Aristides de Sousa Mendes con la siguiente cita: ”En nombre de los habitantes de Brooklyn, saludo a Raoul Wallenberg, cuyo acto de salvar vidas representa la más alta expresión de humanidad, celebro su espíritu con los miembros de su familia y me uno a toda la audiencia en el reconocimiento de que su vida representó el triunfo del bien sobre el mal”.
También se presentó un tributo al cónsul general de Portugal en Bordeaux, Aristides de Sousa Mendes. Su nieta, Sheila Abranches, recibió los reconocimientos en nombre de su familia. Aristides de Sousa Mendes salvó alrededor de 30.000 vidas en una maratón de tres días de emisión de visas que permitieron que personas perseguidas huyeran de la Francia ocupada por el nazismo. La rabina Esther Jungreis y Gideon Taylor, Presidente de la Conferencia de Reclamos, se encontraban entre los oradores invitados.
Traducción: Graciela Forman