Evocaron al diplomático sueco desaparecido
Salvó a miles de judíos de los nazis; lo secuestraron los soviéticos
El diplomático sueco Raoul Wallenberg, que salvó a decenas de miles de judíos y otros perseguidos por el nazismo en Hungría durante la Segunda Guerra Mundial, fue evocado ayer al cumplirse 60 años de su desaparición en Budapest. Wallenberg, un benefactor abnegado, fue secuestrado por los invasores soviéticos el 17 de enero de 1945. Fue trasladado a los cuarteles militares del Ejército Rojo, al este de Budapest, y nunca se volvió a saber de él, aunque hay indicios de que habría muerto en Rusia.
En el acto ante su monumento, en Figueroa Alcorta y Austria, la encargada de negocios de Suecia, Linnea Arvidsson, dijo que Wallenberg ”era un hombre como nosotros” que comprometió su vida por la justicia.
Asistieron los embajadores de Alemania, Rolf Schumacher; de Austria, doctora Gudrun Graf, y de Rumania, Alexandru Micula; el encargado de negocios de Hungría, Zoltan Bács; el secretario de la embajada de Holanda, Reneko Elema; el consejero de la embajada uruguaya Daniel Castillos, y Amiel Sandrine y Jean Marie Cabrieres, de la embajada francesa.
También asistieron la historiadora Lucía Gálvez; el gran rabino de la AMIA, Salomón Ben Hamú; el legislador Norberto La Porta y el titular del centro sefaradí Cidicsef, Mario Cohen. Los presentes depositaron claveles blancos al pie del monumento.
El acto fue organizado por la Fundación Internacional Raoul Wallenberg. Estaba presente su fundador, Baruj Tenembaum, argentino que reside en los Estados Unidos. Gustavo Jalife, de la fundación, informó que habrá actos similares en Pekín, Budapest, Montevideo y otras ciudades.
Una corona fue colocada por dos sobrevivientes de la persecución nazi, salvados gracias a Wallenberg, Laszlo Ladanyi y Tomás Kertesz. Ladanyi recordó que él tenía 23 años cuando recibió el pasaporte que le otorgó Wallenberg; hoy tiene 83 y lo conserva en su casa en Buenos Aires, con agradecimiento.
Wallenberg, arquitecto, de fe protestante, hijo de una familia de industriales, diseñó pasaportes que se encargó de que las autoridades respetaran. Y elevó a 30 el número de casas suecas en Budapest, que gozaban de neutralidad para acoger a los refugiados.
Al cumplirse seis décadas de la de-saparición, la Fundación Wallenberg lanzará una campaña mundial de recolección de 100.000 firmas para presentar a las Naciones Unidas un petitorio reclamando el esclarecimiento del destino del diplomático. Tenembaum exhortó a la Federación Rusa a que ponga fin a un misterio trágico. El monumento dice: 4 de agosto 1912- ?