Eduardo Eurnekian, presidente de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg, recordó al diplomático sueco, quien salvó a miles de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
Eurnekian colocó una ofrenda floral al pie de la estatua que recuerda a Wallenberg ubicada en la esquina de la avenida Figueroa Alcorta y la calle Austria, en la Ciudad de Buenos Aires.
«Es menester no solo no olvidar sino recordar activamente a Wallenberg y a otros como él quienes, en uno de los capítulos más trágicos de la historia de la humanidad, dieron lo mejor de sí mismos para extender una mano solidaria al prójimo necesitado. Su ejemplo no conoce fronteras temporales o geográficas y debe ser motivo de celebración y enseñanza», expresó Eurnekian.
Durante una reciente gira europea Eurnekian, junto a Baruj Tenembaum, creador de la Fundación Wallenberg, distinguió en Londres también al salvador de judíos durante el Holocausto, Nicholas Winton, y al ex primer ministro británico, Gordon Brown.
En 2012, con motivo del centenario del nacimiento de Wallenberg, un busto del héroe sueco, desaparecido en 1945 luego de ser detenido por el ejército soviético, fue instalado en la Terminal A del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en Buenos Aires.