Se realiza hoy un acto a 94 años del nacimiento del Diplomático Sueco
Ayudó a 100 mil judíos a huir del nazismo. Los soviéticos lo detuvieron y no se supo más de él.
En la media tarde de hoy, en el monumento ”Héroe sin Tumba”, sobre la porteña esquina de avenida Figueroa Alcorta y la calle Austria, Raoul Wallenberg, el diplomático sueco que a fines de la Segunda Guerra Mundial permitió el salvataje del exterminio nazi en Hungría de unos 100.000 judíos, será homenajeado en coincidencia con los 94 años de su nacimiento.
En el acto, que organizó la Fundación Internacional Raoul Wallenberg (FIRW), estarán presentes funcionarios de la ciudad. La oradora será la ministra de Cultura del Gobierno de la Ciudad, Silvia Fajre, y la acompañarán el ministro de Hacienda porteño, Guillermo Nielsen, y el legislador Norberto La Porta. También irán figuras de la oposición política como Patricia Bullrich y Ricardo López Murphy, más los embajadores de Alemania y Suecia.
Es que la fecha coincide con la campaña mundial que la FIRW lanzó buscando apoyos para que Moscú abra los archivos que permitan establecer con más claridad cuál fue el destino de Wallenberg, quien en enero de 1945 fue detenido por el ejército soviéticos junto a su asistente, Vimos Langfelder. Llevado luego a Moscú, permanece desaparecido desde entonces. Hasta el momento, la FIRW logró 22.000 adhesiones a su campaña: firmas y cartas de intelectuales, presidentes, y premios Nobel dirigidas al presidente ruso, Vladimir Putin, a quien le piden que reabra la investigación del caso.
”Lo que le pedimos a Putin es que entregue a Wallenberg (o lo más probable, sus restos) para llevarlo a Suecia y reunirlo con su familia. Ofrecemos cerrar el capítulo de su desaparición. Desde el punto de vista filosófico, o moral, hacer desaparecer a un ser humano sin dar oportunidad a que llegue al fin de la memoria entre sus queridos es más cruel que haberlo matado,” apuntó a Clarín Baruj Tenembaum, presidente de la FIRW, cuyas oficinas están en Nueva York.
Es una de las tragedias de la Guerra Fría. Nadie sabe qué pasó con él, si murió y en ese caso cómo.
Es precisamente el hecho de que Tenembaum sea argentino, lo que ha convertido a este país en uno de los centros más activos en la lucha para quebrar el secreto en torno al destino de Wallenberg. Se trata de una de las tragedias de la Guerra Fría. Pero nadie sabe qué pasó con él, si murió y en ese caso cómo. Se habló de torturas, de fusilamiento y hasta de envenenamiento, según ha consignado desde EE.UU. la historiadora Susan Berger. Y hay quienes sostienen que vivió más allá de 1947.
Wallenberg no fue exactamente un diplomático de carrera. Era, con 32 años en 1944, un ejecutivo con apellido respetado y experiencia en Hungría. Allí, por iniciativa de funcionarios estadounidenses, trabajó para la Oficina de Refugiados de Guerra establecida por el expresidente de EE.UU. Franklin Roosevelt para rescatar a judíos de los nazis.
La cancillería sueca colaboró al proveerle pasaporte diplomático y rango de secretario para su embajada en Budapest. Así, entre julio y diciembre del ’44, Wallenberg salvó no menos de 100.000 judíos de los campos de exterminio del régimen de Hitler. Lo hizo suministrándoles pasaportes especiales y, en otros casos, acordando con los nazis la liberación de víctimas a cambio de dinero.
De acuerdo con la historiadora Berger, el 11 de marzo de 1947 es la última fecha sobre la que se tiene registro de Wallenberg. Entonces fue llamado para ser interrogado en la famosa prisión de Lubianka, donde funcionaban cuarteles de la hoy extinguida policía secreta soviética. Berger sostiene la probabilidad de que fuera tomado como un espía alemán o de los aliados. Esto último le serviría a Moscú como un instrumento de presión a Occidente.
A través de cartas enviadas por el gobierno ruso a Tenembaum y a los familiares de Wallenberg que viven en Ginebra y Estocolmo, el gobierno de Putin insiste con que Wallenberg murió en 1947. El Kremlin también argumenta que toda la responsabilidad le corresponde al régimen de Josef Stalin, lo que claro, no satisface a la otra parte.
Frente al río, un monumento a los Salvadores del Holocausto
Por un acuerdo con el Gobierno porteño, la Fundación Internacional Raoul Wallenberg proyecta levantar un ”Monumento a los Salvadores del Holocausto” sobre la costa de la Ciudad Universitaria.
Allí estarán inscriptos los nombres de unas 20.000 personas reconocidas como ”salvadores” de cientos de miles de personas en su mayoría judíos que eran perseguidos en Europa por el régimen de Adolf Hitler y buscaban refugio. En la lista figuran, claro, los nombres de Raoul Wallenberg y de Oskar Schindler, el empresario alemán que salvó a miles de judíos de las fauces nazis, y que fue popularizado por el cineasta Steven Spielberg, en ”La lista de Schindler”.
Según confirmaron a este diario en la oficina de prensa del jefe de Gobierno, Jorge Telerman, se trata de un espacio de 2.500 metros cuadrados, en la saliente norte que forma uno de los laterales de la desembocadura del Arroyo Vega.
Ubicado en lo que fue el asentamiento conocido como ”Villa rosa”, o ”Villa gay”, el monumento estará integrado al Conjunto Parque de la Memoria, un plan de urbanización y recreación más amplio.