Organizada por la Fundación Internacional Raoul Wallenberg, se celebró el 4 de agosto de 2003 el 91º aniversario del nacimiento de Raoul Wallenberg, diplomático sueco salvador de decenas de miles de judíos húngaros y otros perseguidos por el régimen durante el Holocausto. Wallenberg desapareció en 1945 luego de haber sido tomado como prisionero por el Ejército Rojo soviético.
Para celebrar el cumpleaños del ”Héroe sin Tumba” se llevó a cabo una ceremonia en la ciudad de Nueva York, junto al monumento ”Hope”, obra de arte del escultor sueco Gustav Kraitz, situada en la intersección de la Primera Avenida y la calle 47, a sólo metros del edificio de las Naciones Unidas.
La señora Abigail Tenembaum, Vicepresidente de la FIRW abrió la ceremonia con unas breves palabras y, a continuación, invitó a la asistencia -diplomáticos, líderes religiosos, comunitarios y público en general- a poner una flor junto al monumento. Para cuando la ceremonia había finalizado más de cien rosas rojas bordeaban la base de la imponente obra escultórica a cuyo pie un maletín de bronce simboliza el trabajo interrumpido de Wallenberg. Peter Malkin, captor de Adolf Eichmann, depositó su flor visiblemente emocionado.
Entre los diplomáticos presentes se destacaron Paul Heinbecker, Milos Alcalay y Andrew Hsia, representantes ante las Naciones Unidas de Canadá, Venezuela y Taiwan, respectivamente. También, participaron representantes de Suecia, Angola y Hungría.
Líderes mundiales hicieron llegar sus cartas de adhesión. Entre ellos el Representate del Congreso de los Estados Unidos, Tom Lantos; el Ministro de Justicia de Israel, Tommy Lapid y el Presidente de Letonia. Louise Von Dardel, sobrina de Wallenberg, esccribió: ”Creo que iniciativas como ésta de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg ayudan a mantener vivo su espíritu en los corazones de todo el mundo. Gracias a ellos, los jóvenes son conscientes de que el coraje de una sóla persona puede llevar a la justicia y la paz.”
Las cartas fueron leídas en el curso de la ceremonia. La actriz Liat Ron cantó una canción de Hana Senesh, judía húngara capturada y ejecutada por los nazis.
Raoul Wallenberg es, sin dudas, uno de los grandes héroes de la Segunda Guerra Mundial. Durante los feroces combates en Budapest el diplomático sueco arriesgó su vida para salvar a alrededor de 100.000 personas perseguidas por los nazis. Wallenberg no era plenamente consciente de la magnitud de sus acciones, pero sí sabía los riesgos personales que corría: ”No tengo opciones”, solía decir. ”He aceptado esta misión y nunca podré volver a Estocolmo sin saber que he realizado todo lo humanamente posible para salvar la mayor cantidad posible de judíos”.
Y continuó salvando vidas hasta que fue tomado prisionero por el Ejército Soviético en enero de 1945. Nunca volvió. Su destino es aún un misterio.
”Por todas las personas que le deben la vida a Wallenberg; por todos nosotros que entendemos la importancia de sus acciones; por nuestros hijos, que pueden crecer y tener como modelo de vida los actos generosos de Wallenberg como modelos de vida; por Raoul Wallenberg mismo, quien puede estar aún hoy con vida, debemos celebrar esta jornada como un día glorioso”, señaló Baruj Tenembaum, fundador de la FIRW. ”Hoy no es sólo el cumpleaños de Wallenberg. Es el cumpleaños de 100.000 judíos, de sus hijos, y de los hijos de sus hijos, quienes, de no ser por él, no estarían hoy con vida”, concluyó Tenembaum..