MOSCÚ – Un monumento del diplomático sueco Raoul Wallenberg fue descubierto el 18 de enero de 2001 en las cercanías de la Biblioteca de Literatura Extranjera (BLE), a modo de tributo al hombre que salvó más de 100.000 judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
Wallenberg era miembro de la misión diplomática sueca en Hungría durante la guerra y emitió pasaportes suecos a personas condenadas a muerte por los nazis.
El enviado especial del gobierno sueco a Moscú, Sven Hirdman, describió el suceso como algo poco común en Rusia. Al hablar en la ceremonia inaugural agradeció a los promotores de la iniciativa, la BLE y el gobierno ruso.
De acuerdo al reporte de la parte rusa no existen dudas de que Wallenberg murió en una prisión soviética el 17 de julio de 1947.
Sin embargo, uno de los responsables del panel ruso, Vyacheslav Tuchnin, declaró a la radio ‘Eco de Moscú’ que, a pesar de la investigación realizada, es posible que existan documentos en ‘archivos privados’ que no hayan sido entregados a la comisión mixta.
Los suecos, en tanto, señalan que es imposible aún establecer un veredicto definitivo y que las investigaciones, por ende, deben continuar. En el monumento hay un signo de interrogación en el lugar donde usualmente se graba la fecha de fallecimiento.
La directora de la BLE, Yekaterina Geniyeva, quien además dirige la sede de Moscú de la Fundación Soros (FS), dijo que la FS auspicia la publicación de un libro sobre Raoul Wallenberg que será editado en la capital rusa.
Jan Wallenberg, pariente del diplomático desaparecido, descubrió la escultura hecha en piedra. Líderes del Congreso Judío de Organizaciones Religiosas, organizaciones de derechos humanos y Alexander Yakovlev, responsable de la comisión presidencial de Rusia para la rehabilitación de las víctimas de la represión política en la Unión Soviética, participaron de la ceremonia.