Señor Director:
”El 21 de enero último La Nación publicó en el suplemento Enfoques la nota ”Retrato de un héroe silencioso”, de Susana Pereyra Iraola.
”La excelente pieza periodística relata la misión salvadora de Raoul Wallenberg durante la Segunda Guerra Mundial y menciona la estatua del diplomático sueco emplazada en la esquina de Austria y avenida Figueroa Alcorta, inaugurada en noviembre de 1998. Esta magnífica obra de arte es creación del escultor inglés Philip Jackson y es igual a la inaugurada en Londres en 1997.
”Por mi parte debo decir que mi obra en particular, la escultura ”Homenaje a Raoul Wallenberg”, realizada por especial encargo de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg en 1999, es una pieza en bronce alusiva a la gesta de quien salvó decenas de miles de vidas para luego desaparecer en el gulag soviético por causas que aún se desconocen.
”Mi obra puede hoy verse expuesta en las embajadas de Estados Unidos, Suecia y Alemania, así como en el edificio de La Nación, la sede central de la Unesco en París, la Secretaría de Estado del Vaticano, la Presidencia de la República Latvia, en Riga, y en la oficina del miembro del Congreso de Estados Unidos Tom Lantos en Washington DC.”
Norma D’Ippolito
Escultora
CI 5.080.771
Copyright © 2001 La Nación | Todos los derechos reservados