El senador Di Nino presentó una moción ante el Senado Canadiense en referencia a la situación en cuestión.
Debate del Senado (Hansard)
Primera Sesión, Parlamento N·39,
Volumen 143, emisión 14
Martes 16 de Mayo de 2006
El Honorable Noël A. Kinsella, Orador
Moción para pedir la colaboración del Presidente Ruso en la búsqueda de Raoul Wallenberg – Debate Prorrogado
Hon. Consiglio Di Nino, conforme a lo advertido el 11 de Mayo de 2006, sugirió que:
El Senado de Canadá pida al Presidente de Rusia, Vladimir Putin, que emplee sus facultades con el fin de colaborar en el esclarecimiento del paradero de Raoul Wallenberg, el diplomático sueco que salvó miles de personas de los campos de exterminio del nazismo. El 17 de Enero de 1945, el Sr. Wallenberg fue tomado prisionero por el Ejército Soviético y no se ha sabido de él desde entonces. (1550)
Dijo: Honorables senadores, de cuando en cuando, aparece en el mundo un gran humanitario, quien se distingue por priorizar siempre la seguridad y el bienestar de los otros por sobre el suyo propio. Así es Raoul Wallenberg.
El Sr. Wallenberg fue un joven empresario sueco, quien convocado por sus amigos y colegas, se unió al cuerpo diplomático sueco en Budapest, Hungría. El objetivo específico del grupo era organizar operaciones de rescate con el fin de salvar judíos, la mayoría de los cuales habían sido y seguían siendo deportados a los campos de concentración de Auschwitz y Birkenau donde les esperaba una muerte segura. Permítanme citar ahora, de la página web del ”Canadian Heritage”, algunos hechos que reflejan los esfuerzos que el Sr. Wallenberg ha realizado para proteger a los judíos de Budapest:
A fines del mes de Junio de 1944, el Sr. Wallenberg fue nombrado Primer Secretario de la Delegación Sueca en Budapest, con la misión particular de comenzar operaciones de rescate para amparar a los judíos del lugar. Wallenberg empleó distintos métodos, todos sumamente creativos, para alcanzar su meta. Basándose en la idea original de su colega Per Anger, ideó un ”pase” sueco para salvaguardar a los judíos de los oficiales húngaros y alemanes que intentaban deportarlos. Conjuntamente, consiguió establecer un grupo de ”casas seguras” para numerosos judíos en Budapest. La bandera sueca flameaba sobre las puertas de estas casas; el Sr. Wallenberg las declaró territorio sueco, asegurándose así de la imposibilidad de que el ejército nazi fuese capaz de irrumpir en la propiedad y trasladar a los ocupantes a campos de detención. Muchos judíos fueron deportados de Hungría durante la guerra, ya sea a pie o en tren. Numerosos informes sugieren que el Sr. Wallenberg entregaba pases de protección, alimentos y medicinas a quienes debían marcharse. Luego, confrontaba a los oficiales hasta que éstos acordaran liberar a quienes poseían los pases suecos.
Durante aquellos nefastos días de la Segunda Guerra Mundial, y en respuesta a las preocupaciones acerca de los planes de los nazis de exterminar a los 115.000 habitantes del gueto judío en Budapest, el Sr. Wallenberg advirtió que si la masacre fuese llevada a cabo, él mismo se encargaría del enjuiciamiento de los responsables. Al final, el gueto no fue atacado. El mérito de este logro es frecuentemente otorgado al Sr. Wallenberg.
Lo que sigue es un extracto de la página web de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg:
Ahora Raoul Wallenberg ha comenzado a expandir las ”casas suecas”. Éstas ya eran más de treintas en el distrito de Pest y allí los judíos podían conseguir refugio. Wallenberg ha declarado a cada inmueble parte del territorio sueco: una bandera sueca flamea en cada una de sus puertas. El número de residentes pronto alcanzó los 15.000.
De inmediato, otras comisiones diplomáticas hasta aquel momento neutrales, comenzaron a seguir el ejemplo de Wallenberg. No sólo empezaron a imprimir pasaportes protectores, sino que también fundaron sus propias ”casas protegidas” para refugiar judíos.
Durante la segunda semana de enero de 1945, Raoul Wallenberg se enteró de los planes de Eichmann para llevar a cabo una gran masacre en el gueto judío de Budapest. El General August Schmidthuber, comandante de las tropas Alemanas en Hungría, era la única persona que podía evitar este suceso nefasto.
Entonces, Szalay, un aliado de Wallenberg, fue enviado en busca de Schmidthuber con la misión de entregarle una nota. Ésta decía que en el caso de que la masare se llevara a cabo, Raoul Wallenberg se encargaría personalmente de que el general sea hallado particularmente responsable y sea consecuentemente colgado como criminal de guerra. La matanza fue cancelada a último momento gracias a la intervención de Raoul Wallenberg.
Dos días después, los rusos llegaron a Hungría para encontrar 97.000 judíos con vida en los guetos de Budapest. Esto extendió a 120.000 el número de judíos que habían sobrevivido los intentos de exterminio de los nazis en ése país.
Según Per Anger, amigo y colega de Wallenberg, el diplomático debe ser reconocido por el mérito de haber salvado alrededor de 100.000 Judíos.
Colegas: con el pasar de los años ha habido informes contradictorios con respecto al paradero de Raoul Wallenberg. Parece ser universalmente aceptado que el 17 de Enero de 1945 el ejército soviético capturó al Sr. Wallenberg. Desde entonces nadie lo ha visto ni ha escuchado de él.
A lo largo de las últimas décadas se ha especulado mucho sobre la suerte corrida por el Sr. Wallenberg. La historia oficial por parte del gobierno ruso es que el diplomático sueco falleció en prisión en 1947 a causa de un ataque cardíaco. El Primer Ministro sueco, Göran Persson, comentó al respecto que: hasta tanto no haya pruebas irrefutables -y hasta el momento no las ha habido- de lo ocurrido a Wallenberg, no puede aceptarse que haya muerto.
La Fundación Internacional Raoul Wallenberg es una ONG que cuenta con el apoyo de más de 60 jefes de estado, cerca de 70 gobernantes y alcaldes, y más de 80 ganadores del Premio Nóbel, entre otras personalidades respetadas globalmente dentro de las cuales se pueden contar varias de origen canadiense. El objetivo de la Fundación es desarrollar tanto programas educativos como campañas públicas de concientización basadas en los principales valores de los Salvadores del Holocausto: solidaridad y coraje cívico.
La Fundación ha lanzado recientemente una campaña internacional con el objetivo de presionar al Presidente Ruso Vladimir Putin para que a través de la apertura de los archivos del Sr. Wallenberg ponga fin a esta heroica y trágica historia. El mundo le debe a Raoul Wallenberg y a su familia (incluyendo a su sobrina Nane Annan, esposa del Secretario General de las Naciones Unidas) al menos este pequeño pero significante gesto que simboliza otro paso hacia el reconocimiento de sus heroicas acciones.
Los aliento, colegas, a apoyar esta moción. En el caso de ser aprobada, yo personalmente la transmitiré al embajador ruso en Canadá para que éste a su vez la pase a su Presidente, Vladimir Putin.
Traducción: Ileana Cheszes