HOLLENSTEDT – Es como si el tiempo se hubiese detenido durante la última década, con la excepción de unas arrugas en su rostro y un caminar algo más lento, Max Schmeling no ha cambiado desde nuestro último encuentro en 1993. Lo destacable es que es este hombre es el único campeón de boxeo de peso completo de Alemania y cumple 98 años de edad. ”No soy la persona más joven,” dice Schmeling, sin darle mayor importancia a su andar más lento. Pero Schmeling aún tiene comportamiento que en el pasado, los mismos gestos, expresiones, risas, sin olvidar sus infaltables juegos de cartas de los miércoles. La rutina normal tendrá lugar el sábado cuando sus amigos le presenten sus respetos en su casa en Hollnstedt en las afueras de Hamburgo. Y por lo que respecta a Schmeling tendrán que presentarse al menos dos veces más. ”Me gustaría llegar a los 100 años. Amo a la vida y todavía me queda mu! cho de ella por ver, aunque ya no puedo ser parte de ella como antes, ” dice Schmeling.
Schmeling ha estado fuera del boxeo desde 1948, cuando perdió ante Reifdel Vogt en el décimo asalto, luego de ganar 56 de sus 70 peleas profesionales durante su carrera de 24 años. Junto con el futbolista Franz Beckenbauer él es el deportista más respetado, principalmente por sus títulos profesionales en 1930 y 1931. Schmeling hizo su debut profesional en Dusseldorf en 1924, noqueando a Hans Czapp en el sexto asalto, y cuando ganó el título de peso liviano europeo en 1927 que fue el primer combate en ser transmitido en vivo en la radio alemana. Se convirtió en la primera estrella del nuevo medio de transmisión radial con millones de personas sintonizando la radio para oír comentarios. En 1928, logró la corona del peso completo alemán antes de decidirse a ir a los Estados Unidos para continuar su carrera donde el 28 de noviembre del mis! mo año noqueó a Joe Monte en ocho rounds. Victorias sobre peleadores de renombre como Johnny Risko, conocido como el hombre de goma de Cleveland y Paolino Uzcudun le dieron una oportunidad por el título de peso completo, y el 12 de junio de 1930 entró al cuadrilátero del Yankee Stadium contra Jack Sharkey por la vacante del título del peso completo.
Schmeling defendió el título con éxito en Cleveland en 1931 contra Young Stribling en un knock-out técnico. Lugo vino la revancha contra Sharkey en Nueva York el 21 de junio de 1932, donde el alemán perdió por puntos en una decisión dividida. Sin embargo, la fama mundial de Schmeling se debe a una pelea que no fue por el título contra el formidable Joe Louis, invicto hasta ese momento. Ante una multitud de más de 42.000 espectadores en el Yankee Stadium de Nueva York, Schmeling derribó Louis de 22 años de edad en el cuarto asalto antes de noquearlo en el round 12 en lo que fue considerado en el momento, el impacto del siglo. Louis luego ganó el título mundial de la categoría de peso pesado y se fijó una revancha para 1938, y el ”Bombista marrón” se cobró la revancha al noquear al alemán a los 124 segundos del primer asalto.
Aunque Hitler nunca lo perdonó por negarse a formar parte del partido nazi, Schmeling era utilizado como herramienta de propaganda por el régimen que consideró la primera victoria sobre Louis como una victoria de la ”supremacía aria”. Los cines mostraban la pelea bajo el título ”La victoria de Max Schmeling, una victoria nazi”. Al ser el deportista alemán más conocido, también fue utilizado por los nazis para persuadir a los estadounidenses a participar de los juegos olímpicos de Berlín de 1936 a pesar de las reservas sobre el creciente antisemitismo del país. Más tarde Schmeling se lamentó diciendo que había sido ”completamente naive”. Sin embargo, el boxeador resistió los reclamos nazis de que se separara de su esposa la actriz checa, Anny Ondran, o de su entrenador en los Estados Unidos Joe Jacobs o de sus tantos amigos judíos.
También se supo que Schmeling arriesgó su vida al esconder a dos niños judíos durante la Kristallnacht el 9 de noviembre de 1938 cuando miles de sinagogas y negocios y casas judías en Alemania fueron dañadas en un pogrom, y que ayudó a escapar a judíos y disidentes de la deportación.
El episodio de 1938 recientemente llevó a que la Fundación Internacional Raoul Wallenberg (FIRW), llamada así en honor al diplomático sueco que intentó salvar a tantos judíos como fuera posible y luego se desvaneció el final de la segunda guerra mundial. Schmeling iba a recibir la medalla en oficinas centrales de la FIRW en Buenos Aires, pero no se sentía bien como para emprender un viaje tan largo y entonces también rechazó una ceremonia pública en Alemania. Tampoco fue sorprendente debido a que el propietario de una compañía de bebidas rara vez ha aparecido en público luego de la muerte de su esposa en 1987.
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