Nicholas Winton recibió una sorpresa inolvidable gracias a la audacia de su esposa
En los peores momentos de la Historia, hay personas que revelan su heroísmo, su capacidad para salir de sí mismo y entregar la vida por los demás. La Segunda Guerra Mundial es sin duda el escenario de mayores atrocidades que vivió el siglo XX. Y así como su lección no debe olvidarse, también nos sigue regalando experiencias inolvidables.
Una de ellas es la acción de Nicholas Winton, un hombre que en 1938, a sus 35 años, se vio en una tremenda situación. Vio que en Checoslovaquia proliferaba la persecución de los judíos a causa del Holocausto Nazi.
Heroicamente Winton puso a salvo a más de 600 niños, todos ellos huérfanos, enviándolos al Reino Unido.
Acabó la Segunda Guerra Mundial y Winton no quiso revelar aquella acción a nadie. Pero años más tarde, su esposa encontró el documento en el que aparecían las identidades de estos niños. Ella decidió dar a conocer la heroicidad de su marido y pensó que una buena forma de hacerlo era contar lo sucedido a un periodista. Así que la tarea consistió entonces en localizar a aquellos pequeños.
Este es el momento en que la labor investigadora del periodista da sus frutos con un encuentro entre aquellos niños de 1938 y Nicholas Winton. Es un poco parecido a lo que ocurrirá en el cielo cuando podamos encontrar a aquellas personas que nos hicieron bien y nunca se lo pudimos llegar a agradecer, ¿no creen?
En reconocimiento por su labor, Nicholas Winton recibió la Medalla del Centenario asignada por la Fundación Internacional Raoul Wallenberg, que cuenta entre sus miembros fundadores a Jorge Mario Bergoglio.