Despues de la entrada de las fuerzas alemanas en Bulgaria en marzo de 1941, los nazis presionaron al gobiemo del rey Boris III para enviar a la población judía a los campos de exterminio. En marzo de 1943 salió la orden de deportación. En varias ciudades concentraron a los judíos alrededor de las estaciones ferroviarias para embarcarlos a los campos de muerte.
Cuando Demiter Peshev -vicepresidente de la Asamblea Nacional- lo supo encabezó una serie de protestas, demostraciones y debates parlamentarios. La iglesia Ortodoxa Bulgara, bajo sus dos lideres: los metropolitanos Stefan y Kiril, movilizó a sus fieles y a ellos se sumaron los intelectuales, abogados, profesionales y el pueblo entero.
El rey Boris III decidió revocar la deportación y los judíos volvieron a sus casas. Lamentablemente en las zonas ocupadas por las hordas nazis fueron exterminados mas de once mil judfos.