Nuncio Papal y Deán del Cuerpo Diplomático, Berna, Suiza, 1942-45
Monseñor Bernardini intervino en repetidas ocasiones a favor de refugiados judíos que se encontraban varados en Suiza luego de escapar de Alemania y de los países ocupados. Esto evitó que fueran deportados de Suiza durante la guerra. Bernardini puso mensajeros del servicio diplomático vaticano a disposición de organizaciones de ayuda judías. De esta manera, pudieron emitir visas a través del Embajador Lados y el Dr. Julius Kuhl en países que habían cortado relaciones diplomáticas con Polonia. Bernardini interino personalmente a favor de judíos de Eslovaquia. Además asistió a agencias de ayuda judías a salvar a dichas personas mediante la adquisición y distribución de pasaportes sudamericanos ficticios. Bernardini también trabajó con la Cruz Roja para obtener el reconocimiento de estos documentos por parte de los gobiernos sudamericanos.