Historia del día: Baruch Tenembaum
Argentino, de 68 años, creó la Fundación Wallenberg, en honor al sueco que salvó a cien mil judíos en la Segunda Guerra. Siempre en búsqueda del entendimiento entre credos, en 1965 lo recibió Pablo VI.
Raoul Wallenberg, ”un hombre modelo”, nació el 4 de agosto de 1912 en el seno de una de las familias más prominentes de Suecia. Tenía apenas 32 años cuando, en 1944, fue enviado a Budapest para auxiliar a la comunidad judía, amenazada por el nazismo. En ese entonces era gerente de una empresa de alimentos. En poco tiempo se transformó en ”un símbolo del hombre heroico”: rescató a unos 100 mil judíos de Hungría de manos de los nazis.
Quien elogia a Wallenberg nació hace 68 años en Las Palmeras, una pequeña colonia judía en la pampa bonaerense. Se llama Baruch Tenembaun y en 1997 creó la Fundación Internacional Raoul Wallenberg, que preside, para rescatar a este ”modelo de lo que puede ser un hombre”.
Casado, con tres hijos, está radicado en Londres pero constantemente viaja por el mundo. ”Pero tomo mate todos los días, aunque en algunos aeropuertos miren mal los paquetes de yerba”, cuenta.
La Fundación Wallenberg tiene sedes en Buenos Aires, Caracas, Jerusalem y Nueva York. Varios jefes de estado y primeros ministros, como los de Canadá, México, Chile, Bulgaria, Israel, República Checa y Luxemburgo, se encuentran entre sus miembros. Y algunas personalidades del mundo, como Gerald Ford, Dalai Lama, Jorge Bergoglio y Shimon Peres. ”Tomamos a Wallenberg como un ejemplo de solidaridad. Queremos que se conozcan las consecuencias del nazismo, pero siempre desde el lado de los salvadores”, explica.
Tenembaun vivió en Argentina hasta 1976. ”Me tuve que ir por »invitación» de (José) López Rega. Decía que estaba infectando a la Iglesia católica”. Siempre estuvo a favor del diálogo entre judíos y católicos. Tal es así que en enero de 1965, mientras estaba a cargo de la Oficina de Turismo Israelí en Buenos Aires, fue recibido en el Vaticano por el papa Pablo VI.
Los Salvadores
El objetivo central y la prioridad de la Fundación es rescatar la figura de Wallenberg, quien fue secuestrado en enero de 1945 en la ciudad de Budapest por el ejército ruso. ”Todavía se desconoce su paradero. Desde hace años venimos denunciando que el gobierno sueco de posguerra no reclamó con firmeza por el paradero de Wallenberg; no hubo voluntad ni se investigó lo suficiente sobre su paradero y destino final”, asegura Tenembaun.
Pero también rescatan la figura de Monseñor Angelo Giuseooe Roncalli, quien, en medio de la Segunda Guerra Mundial y antes de ser nombrado como el papa Juan XXIII, lideró una campaña para salvar judíos en Hungría. Este ”Papa Bueno”, como se lo conoció popularmente después, será homenajeado este año con una pieza postal del que lanzará el Correo Argentino.
”Hubo muchos otros grandes hombres que arriesgaron la vida, y hasta la perdieron, para salvar gente”, dice Tenembaun. Y agrega: ”Estoy convencido de que si hubiéramos tenido cinco Wallenberg, cinco personas con el coraje de este hombre en Argentina durante la última dictadura militar no hubiese habido desaparecidos”.