El jueves 26 de junio de 2014 Alexis Bulgari y los miembros de la comisión educativa de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg realizaron una nueva presentación del programa educativo Wallenberg en la Escuela, invitados por el Instituto Huergo, en la ciudad de Buenos Aires.
La presentación fue organizada por el equipo de voluntarios del programa educativo de la Fundación Raoul Wallenberg integrado por Diana Liniado, Hernán Wengrower, Paula Ini, Lucas Kañevsky, Antonella Ancewicz y Margarita Trovato.
Cada experiencia merece una nueva aproximación, teniendo en cuenta la edad de los estudiantes, el número de participantes, la preparación e información previa que tengan sobre el tema y la institución que recibe: laica o religiosa, pública o privada.
En el Instituto Huergo, unos 80 alumnos, acompañados por docentes y por la directora, Silvina Domínguez Halpern, participaron y debatieron sobre las acciones heroicas que permiten salvar vidas en situaciones extremas: dar y recibir información clandestina, transgredir las leyes arbitrarias, organizar y planificar la ayuda (imprimir papeles falsos, buscar refugios, alimento, medicamentos, transporte, dinero), confiar en personas que garanticen el silencio. Diana Liniado destacó el papel que juegan la improvisación y la creatividad, tal como señaló el consagrado jurista y escritor francés, Samuel Pisar, en su discurso del 24 de junio de 2013 en Paris al recibir el premio Raoul Wallenberg:
Se mencionaron otras historias conocidas como la de Ana Frank, las películas “La lista de Schindler” y “La ladrona de libros”, encontrando entre estas obras similitudes y diferencias con las historias de Wallenberg y Bulgari. También se intentó pensar en “salvadores” durante la última dictadura militar en Argentina, intentando trazar un paralelo.
Paula Ini intercambió con los alumnos, ideas sobre la misión de las Organizaciones no Gubernamentales y el rol del voluntariado en la sociedad civil. A su vez, Diana Liniado dio una breve información sobre el título de Justo entre las Naciones otorgado por el Estado de Israel, resaltando su carácter civil, es decir alejado de cualquier connotación religiosa o política.
Margarita Trovato, estudiante de derecho, expuso sobre la importancia de los Justos en condiciones en las que la Justicia desaparece y el Estado se vuelve en contra de la población civil: los crímenes de lesa humanidad, genocidios, impunidad, y la necesidad de la emergencia de personas particulares que ofrezcan algún tipo de ayuda, muchas veces a costa de arriesgar su vida.
Alexis Bulgari, colaborador de la Fundación Wallenberg, causó gran impacto narrando una historia que alude directamente a miembros de su familia. En 1943, Costantino Bulgari y su esposa Laura, escondieron tres mujeres judías en su casa de Roma. Debido a su generosa acción, el 31 de diciembre de 2003 fueron honrados con el título de Justos entre las Naciones, en Jerusalén.
Del debate posterior, y a partir de la participación activa de los alumnos, surgieron las siguientes conclusiones:
– Los “héroes” son personas comunes, no hay un gen especial ni un don extraordinario: hay vocación de ayudar y la sensibilidad frente al dolor del otro.
– Actuamos cotidianamente conforme a lo dictado por leyes injustas, sin percatarnos de que son arbitrarias y, por lo tanto, falibles y perfectibles.
– Siempre hay personas en situación de vulnerabilidad: en la familia, en la escuela, en la sociedad. ¿Qué hacemos cuando vemos que humillan a un compañero?
– También en Argentina, durante la dictadura, hubieron personas que denunciaron lo que estaba pasando y que intentaron proteger a personas en riesgo, poniendo en peligro sus vidas. Los alumnos mostraron un gran interés por este capítulo de la historia y se estableció un debate rico en propuestas y conclusiones.
Alexis Bulgari es licenciado en Administración de Empresas. Se educó y creció en varios países, en el seno de una familia multilingüe. Es ciudadano griego y se considera europeo. Vivió en Italia, Francia, Suiza, Grecia, Estados Unidos, Brasil y, en la actualidad, en Argentina, país que aprecia enormemente por su diversidad étnica. Su primer trabajo, a los 24 años, fue como empleado en una compañía naviera, posición que le permitió viajar por África y el sudeste asiático. También trabajó algunos años en el ámbito de una joyería, luego dejó ese puesto para dedicarse a la música clásica y a la ópera, su verdadera pasión de toda la vida.