En el marco del programa educativo ”La Diplomacia y el Holocausto” auspiciado por la Fundación Internacional Raoul Wallenberg (FIRW) se llevó a cabo el jueves 28 de septiembre una ceremonia en la Residencia del Embajador alemán en la Argentina, Hans Ulrich Spohn.
En el curso de la misma, la embajada recibió como testimonio histórico una escultura dedicada a la figura del Raoul Wallenberg, diplomático sueco que salvó las vidas de decenas de miles de personas condenadas a muerte por el régimen nazi, realizada por la escultora argentina Norma D’Ippólito. La misma fue entregada al embajador por el Dr. Natalio Wengrower, vicepresidente de la Organización No Gubernamental.
El embajador alemán declaró que ”Alemania y los alemanes asumen su pasado y los crímenes de los cuales los alemanes y nosotros debemos hacernos cargo”. Visiblemente emocionado dijo ”soy consciente de que debe ser muy difícil para algunos de los presentes estar aquí, en territorio alemán”. Selló su discurso tomando su copa y propuso un brindis con las palabras ”Shaná Tová” (Feliz Año) por el Año Nuevo Judío 5761 que se inició el 29 de septiembre al anochecer.
Asimismo, hablaron en la ocasión el historiador José Ignacio García Hamilton, el Ingeniero Raúl Otero y el Profesor Carlos Escudé.
En el marco de la reunión, el Senador Adolfo Gass fue distinguido por la FIRW en mérito a su trayectoria diplomática. De manos del Pbro. Horacio Moreno y del Embajador de Suecia en la Argentina, Peter Landelius, Gass recibió la tela ”Basílica de la Anunciación-Nazareth”, obra exclusiva que el artista Raúl Soldi realizara en 1967 para la organización interconfesional.
La FIRW fue la primera Organización No Gubernamental en saludar el gesto del Presidente de Alemania, Johannes Rau, cuando el 16 de febrero de 2000 pidió perdón ante el Parlamento de Israel por las atrocidades cometidas por el régimen de Adolf Hitler.
El programa educativo ”La Diplomacia y el Holocausto”, cuyas últimas presentaciones fueron en la escuela de diplomacia de la Cancillería argentina (ISEN) y en la Misión Permanente del Vaticano ante las Naciones Unidas en Nueva York, continúa de este modo educando en torno a las figuras de los diplomáticos que dieron en algunos casos hasta sus vidas, y que transmitieron con sus acciones el mensaje de que no hay normativa ni reglamentos burocráticos que puedan estar por encima de la ética y de las convicciones morales individuales.