El 18 de abril de 2006 Alemania acordó abrir los archivos de la época nazi sobre unos 17 millones de judíos y trabajadores forzados que fueron perseguidos y maltratados por los nazis y sus colaboradores durante el Holocausto.
La ministra de justicia, Brigitte Zypries, declaró que Alemania trabajará con Estados Unidos para asegurar la apertura de los archivos, almacenados en Bad Arolsen, para permitir a historiadores y supervivientes el acceso a entre 30 y 50 millones de documentos. Hasta ahora, Alemania se ha resistido a facilitar el acceso a los documentos, alegando consideraciones privadas.
La novedad interesa también en Argentina, país que sufrió la pérdida de decenas de sus ciudadanos, asesinados en los campos de exterminio del nazismo.
De acuerdo al historiador Haim Avni en su libro ”Argentina y las migraciones judías” Alemania ofreció a Argentina, ”único país neutro y pro-Eje en el continente americano”, repatriar a decenas de sus ciudadanos judíos que vivían en Francia, Holanda, Grecia, Polonia, Hungría, Alemania y otros territorios del Reich.
”¿Por qué no aprovechó Argentina estas consideraciones por parte de Alemania”, ”¿Por qué se abstuvo el gobierno argentino de rescatar judíos de nacionalidad argentina cuando ya había quedado en claro que se trataba de una cuestión de vida o muerte?”, se pregunta Avni.
Sobre el destino de estos ciudadanos argentinos es poco lo que se sabe aunque se presume con fundamentos que la mayoría pereció exterminada. La anunciada apertura de los archivos de Bad Arolsen quizás arroje luz sobre las identidades y destinos de los argentinos asesinados.