El pasado 17 de enero, en una ceremonia pública, se recordó en Budapest a Raoul Wallenberg, salvador de miles de judíos y otros perseguidos por el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. Sorpresivamente, informa el periódico israelí The Jerusalem Post, entre los asistentes se encontraba el embajador de la República Islámica de Irán.
El periodista afirma que el embajador Saeed Seyed Agha Banihashemi permaneció durante las dos horas que duró la ceremonia y no se retiró cuando tomó la palabra el general Yossi Peled, miembro del parlamento israelí y sobreviviente del Holocausto.
Llama la atención que un embajador de Irán -país cuyo presidente niega sistemáticamente el Holocausto e inclusive el derecho a existir del Estado de Israel- haya asistido a un acto en tributo a uno de los grandes héroes del Holocausto, recordado en todo el mundo en el año del centenario de su nacimiento.
El nombre de Wallenberg, desaparecido por el ejército soviético en enero de 1945, está íntimamente asociado a la Argentina por numerosos hechos y símbolos. Entre tantos otros homenajes, la Ciudad de Buenos Aires le ha dedicado un día a su memoria por mandato de la ley Nº 2.088, sancionada en 2006.
Baruj Tenembaum, fundador
Eduardo Eurnekian, presidente
Fundación Internacional Raoul Wallenberg
Nueva York
www.raoulwallenberg.net