Señor director:
Nuevas evidencias indican que el diplomático sueco Raoul Wallenberg, salvador de decenas de miles de judíos durante el Holocausto y desaparecido en 1945 luego de ser detenido por el Ejército Rojo, pudo estar vivo después de que las autoridades soviéticas lo declararan muerto.
Su destino es uno de los grandes misterios de la Segunda Guerra Mundial. Los rusos afirmaron que había muerto el 17 de julio de 1947 aunque nunca aportaron pruebas. Ahora, archivos de seguridad señalan que un hombre identificado como el ”Prisionero Nº7” fue interrogado seis días después del 17 de julio, y que existen grandes probabilidades de que ese hombre sea Wallenberg. La noticia se produce luego del lanzamiento de una campaña de la Fundación Raoul Wallenberg, una ONG creada en Argentina, que recolectó decenas de miles de firmas en todo el mundo pidiendo a las autoridades rusas que esclarezcan el destino de Wallenberg.
Susanne Berger, activista de la Fundación, es una de los investigadoras que recibieron la noticia. Además de los numerosos tributos que el pueblo argentino le ha dedicado a Wallenberg en los últimos años, quizás lo que más conecta al ”Héroe sin Tumba” con el país es su condición de desaparecido, figura macabra que remite a la historia reciente. Sería importante que en el curso de la próxima visita del presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, las autoridades incluyan en la agenda la necesidad de que su destino sea definitivamente esclarecido y de que sus restos descansen en paz en su tierra natal.Dr. Yoav Tenembaum
Fundación Raoul Wallenberg
www.raoulwallenberg.net
abril 15, 2010