Ernst Stein, ex rabino de la comunidad judía de Berlín y miembro del Consejo Ejecutivo de la Fundación Wallenberg, recibirá un título de Doctor Honoris Causa de la prestigiosa Universidad Humboldt, la institución académica más antigua de Berlín.
La distinción se otorga en reconocimiento a la larga trayectoria del rabino Stein, dedicada a inculcar los valores del judaísmo a judíos y no judíos, así como a su inestimable contribución al diálogo entre todas las religiones.
El rabino Stein nació el 10 de mayo de 1929, en Elberfeld, Alemania, mudándose luego a Mannheim, ciudad elegida por familias judías pertenecientes al segmento de la clase media-alta intelectual. En noviembre de 1938, mientras su padre estaba ausente en viaje de negocios en los Estados Unidos, el rabino Stein, junto a su madre y su hermano, fue testigo de la destrucción de su hogar, incluyendo el mobiliario y los libros preciosos que tenían. Este trágico momento vive en su memoria hasta el día de hoy. Su hermano mayor logró unirse al movimiento de la Juventud Aliá y escapó a Palestina. El Rabino Stein y su madre viajaron a Shanghai en el último tren disponible.
La vida en Shanghai fue dura. El hambre y el frío se hacían sentir en todo momento. El Rabino Stein y su madre sobrevivieron gracias a un plato diario de sopa que distribuía la ”Jewish Joint Distribution Committee”. Sin dinero, tuvo que dejar la escuela y aprendió el oficio de herrero. Debido a las precarias condiciones de vida contrajo meningitis. Las secuelas de esta grave enfermedad siguen afectando su salud hasta el día de hoy.
Luego de la guerra toda la familia (incluyendo su padre) se reunió en Jerusalén. Allí trabajó como herrero pero con la sensación de que no se dedicaba a su verdadera vocación. Volvió entonces a Mannheim y trató de abrazar la tradición judía ilustrada de la cual se había nutrido de niño. Sus años en la Alemania de posguerra fueron muy difíciles; los alemanes no le ofrecieron ni compensación ni ayuda, al tiempo que carecía de la documentación necesaria para demostrar sus habilidades.
Poco después él y su esposa se trasladaron a los Estados Unidos en donde trabajó en una fábrica de metal y estudió por su cuenta filología, filosofía y tradición humanística judía. El rabino Stein es, pues, un autodidacta consumado.
Al no poder abandonar sus raíces judeo-alemanas se sintió obligado a viajar a menudo a Alemania. Durante sus visitas se lamentaba de la frágil situación que vivían las comunidades judías. En una ocasión, en 1972, se reunió con el rabino Nathan Peter Levinson quien le animó a participar en el Leo Baeck College, en Londres, en donde finalmente obtuvo su ”Smicha” (confirmación de rabino). Es una feliz coincidencia que el 23 de noviembre es también el cumpleaños del rabino Levinson quien, si su salud se lo permite, participará del evento a modo de regalo especial de cumpleaños para sí mismo: poder ver el fruto de sus esfuerzos. Desde 1980 hasta 1997 ofició como el rabino de la Comunidad de Berlín.
Después de su retiro, el rabino Stein continuó trabajando para las congregaciones judías de Berlín, Mannheim y Brighton. También se dedica a enseñar a judíos y no judíos sobre el judaísmo y los valores humanos universales. Para aquellos que han sido sus alumnos, el rabino Stein se ha convertido en un modelo a seguir: un maestro único y compañero con una mente abierta al diálogo.
Ernst Stein simboliza la historia de Alemania de los últimos 80 años, incluyendo la época más trágica conocida por la humanidad, la Shoá, y el renacimiento del pueblo judío de sus cenizas. Él todavía lleva las cicatrices de su trágico pasado.
Fundada en 1810, la Universidad Humboldt es reconocida como una de las 100 mejores instituciones académicas del mundo. En muchos sentidos se ha forjado al calor de la historia de la Alemania moderna, siendo el hogar de muchos pensadores y científicos alemanes, como los filósofos Johann Gottlieb Fichte, GWF Hegel y Arthur Schopenhauer; así como de físicos de la talla de Albert Einstein y Max Planck. Entre sus alumnos hay 29 ganadores del Premio Nobel.
Al mismo tiempo, durante el nazismo, la Universidad Humboldt reflejó los horrores de esa época, convirtiéndose en una institución de educación nazi, donde 20.000 libros de sus bibliotecas fueron quemados en la plaza Bebelplatz y unos 250 profesores y otros empleados judíos fueron despedidos y deportados.
De este modo, el doctorado Honoris Causa otorgado al rabino Stein es, también, un gesto altamente simbólico de disculpa y reconciliación; un gesto que representa la trágica relación entre Alemania y el judaísmo. Por ello, no resulta desatinado afirmar que es el rabino Stein quien distingue a la Universidad Humboldt al aceptar el título honorífico.
Cuando reciba el doctorado Honoris Causa, el 23 de noviembre de 2009, el rabino Stein no estará solo. Lo acompañarán el espíritu de los seis millones de judíos masacrados por los nazis y sus colaboradores. Junto a él también habrá un gran número de hombres y mujeres quienes, como Raoul Wallenberg, arriesgaron sus vidas para salvar a los perseguidos.
Las voces de todas estas almas sagradas continúan presentes en el Universo infinito. La misión del Rabino Ernst Stein es ser el vehículo de sus palabras. El 23 de noviembre, de pie en el podio de la Universidad Humboldt, será su digno representante.
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