Hace exactamente 64 años desde que el campo de exterminio de Auschwitz fue liberado, el 27 de enero de 1945. La ocasión nos ofrece la oportunidad de escuchar las historias de sobrevivientes.
El Parlamento sueco celebra mañana, martes, la memoria de las víctimas del Holocausto a través de una sencilla ceremonia.
Cuando el antisemitismo está aumentando en varias partes del mundo, no menos en Europa, es importante señalar el Día del Holocausto. Por lo tanto, he tomado la iniciativa de la Red Parlamentaria para organizar una ceremonia sobre el Día Conmemorativo del Holocausto en el Parlamento sueco.
El otoño pasado tuve el privilegio de acompañar a uno de los sobrevivientes, Max, a Auschwitz, donde fue prisionero. Nunca olvidaré cuando Max nos mostró los cuarteles, donde él y otros 1000 presos habían sobrevivido. No tenían colchones ni mantas, a pesar del frío. Cada litera era compartida por 18 personas.
Max pasó casi seis años en los campamentos de Auschwitz y Birkenau. Cuando fue rescatado pesaba 24 kilos y no creyó que fuese a sobrevivir. Pero lo hizo. Años más tarde emigró a Israel y combatió como soldado en la Guerra de la Independencia. Eventualmente, llegó a Suecia. Hoy tiene 82 años y aún está lleno de energía. Su mensaje es: nunca debe olvidarse el Holocausto. Mañana, martes, mi amigo Max participará en la ceremonia en el Parlamento sueco.
No hay que olvidar que siempre hay personas que se levantaron contra el mal. En Suecia, en particular, han sido Raoul Wallenberg y sus colegas quienes deben recibir los homenajes.
Mikael Oscarsson
Miembro del Parlamento (KD)
Uppsala
enero 29, 2009
