Hoy es el cumpleaños de Raoul Wallenberg. Se cumplen más de 60 años desde su desaparición. ¿Acaso no ha llegado el momento de revelar su destino? La campaña en curso ”100,000 nombres por 100,000 vidas” lleva acumuladas más de 22,000 firmas en un esfuerzo para resolver el misterio. En un tomo de 425 páginas todas esas adhesiones han sido presentadas al Presidente Vladimir Putin, a otros líderes mundiales y a la Organización de las Naciones Unidas.
Sesenta y un años atrás Wallenberg arriesgó su vida salvando 100,000 vidas de los campos de la muerte nazi, oponiéndose directamente a los planes de exterminio de Adolf Hitler en Hungría. El 17 de enero de 1945 fue detenido por el Ejército Soviético. Desde entonces su paradero es desconocido.
La versión oficial Soviética siempre ha sido que Wallenberg sufrió un ataque cardíaco y falleció el 17 de julio de 1947, pero existen reportes de gente que se encontró con él en los años ’80. Algunas evidencias señalan que posiblemente haya sido llevado a una prisión en donde los detenidos eran identificados por números y no por sus nombres. También se dice sin mostrar evidencias que habría sido internado en una institución para enfermos mentales. Moscú ha denegado reiteradamente el acceso a los archivos de inteligencia de la KGB.
En otra campaña llamada ”Traigamos a Raoul a casa”, destacadas personalidades le escriben actualmente al presidente Putin pidiéndole información sobre Wallenberg. A pesar de todos los esfuerzos la respuesta ha sido la misma: Wallenberg falleció en la Unión Soviética en 1947.
La Unión Soviética ya no existe y el caso Wallenberg no debería avergonzar a la Federación Rusa. El presidente Putin tiene la respuesta. Esperamos que este sea el último cumpleaños celebrado mientras sigue desaparecido y su destino indeterminado.
STEPHANIE SURACH
Fundación Internacional Raoul Wallenberg
Nueva York
agosto 4, 2006