El nazi que se refugió en la Argentina
La inteligencia estadounidense sabía desde los años 50 que el criminal nazi Adolf Eichmann se refugiaba en la Argentina, pero mantuvo el secreto por temor a dañar sus operaciones contra los comunistas en Alemania Oriental, revelan documentos de la CIA publicados ayer en la más amplia difusión de documentos de ese tipo desde fines de la II Guerra Mundial.
Las 27.000 páginas difundidas por el Archivo Nacional revelan que hasta marzo de 1958, la CIA sabía por servicios secretos en Alemania oriental que Eichmann se refugiaba en la Argentina bajo el falso apellido Clemens.
Sin embargo, la CIA prefirió ignorar esa información por temor a que la captura del ex jerarca del régimen alemán pudiera dañar la actividad de Hans Globke, un ex dirigente nazi usado por los estadounidenses en Alemania oriental para coordinar las iniciativas contra los comunistas.
Cuando en 1960 agentes israelíes entraron a la Argentina y capturaron a Eichmann, la CIA presionó a los medios estadounidenses, entre ellos la revista Life, que habría de adquirir las memorias de Eichmann, para evitar que aludieran al rol de Globke.
Los documentos revelan cómo la inteligencia estadounidense había tratado de usar a criminales nazis como espías con poco éxito, ya que su agenda política ”no era necesariamente compatible con los intereses nacionales norteamericanos”, subrayó el especialista Robert Wolfe, al presentar la información. Sin embargo, la cooptación de ex nazis (ingenieros, técnicos, etc.) fue liderada por EE.UU. y la ex Unión Soviética. Justamente, los documentos muestran que Heinz Felfe, un ex criminal nazi, que luego fue servicio secreto en Alemania oriental, había sido reclutado en la Unión Soviética.
Felfe hizo una veloz carrera como espía soviético en la ex RDA. Fue un topo para Moscú y causó ”daños enormes a la inteligencia occidental durante la Guerra Fría”, revelaron ayer los documentos desclasificados de los Archivos Nacionales.