En ocasión de la entrega del Premio Aristides de Sousa Mendes 2002, una reciente y oportuna iniciativa de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg, me es particularmente grato poder asociarme a esta ceremonia y prestar homenaje personal a quienes, por su acción en defensa de las libertades individuales y de los derechos del hombre, son distinguidas con este galardón.
Quiero así dirigir mis más calurosas felicitaciones a los laureados y expresar mi sincera convicción de que la atribución de este Premio destaca el reconocimiento de la contribución significativa que, con sus obras, el Dr. José Ignacio García Hamilton y el Sr. Nicholas Tozer, ofrecen para la construcción de un mundo más humanitario.
Además, con este mensaje quiero también manifestar mis felicitaciones por esta primera edición del Premio Sousa Mends, destinado a perpetuar la memoria de un hombre de bien que pagó caro por la lucidez, la libertad de conciencia y el coraje con que distinguieron su actuación, en un tiempo marcado por la barbarie ciega.
Aristides de Sousa Mendes es un ejemplo que debemos mantener vivo para que sea una referencia en la memoria colectiva de la humanidad.
Lisboa, 18 de noviembre de 2002
diciembre 10, 2002