Bernardo Jerochim, lustrabotas de Buenos Aires, regresa a Alemania luego de casi setenta años de ausencia.
Invitado por el alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, Bernardo visitará la capital alemana durante una semana. En Alemania lo espera, entre otras actividades, un programa especial preparado por la pastora Annemarie Werner, líder de la iglesia Vaterunser.
Alemán e hijo de alemanes -su padre fue condecorado por acciones valerosas durante la primera guerra mundial- Bernardo debió huir de Alemania junto a su familia cuando apenas tenía diez años.
”Pensé que no iba a vivir lo suficiente para ver este momento”, dijo Bernardo con los ojos cubiertos por las lágrimas.
La Fundación Wallenberg le realizó una despedida a Jerochim el viernes 1º de septiembre en el Portofino, bar de la city en donde Bernardo lustró incontables pares de zapatos durante más de cuarenta años de actividad ininterrumpida.
Asistieron el presidente de la FIRW, ingeniero Oscar Vicente; el doctor Alejandro Candioti, abogado y amigo; Stefan Schlütter, número dos de la embajada de Alemania en Argentina; Aldo Nasjleti e Israel Faerman, del Consejo Directivo de la Fundación; clientes de la zona y los hijos y nietos de Bernardo, entre otros.
En la ocasión Bernardo entregó certificados simbólicos de agradecimiento a los presentes así como al dueño del Portofino, José Vázquez, en reconocimiento a la ”ayuda brindada para que después de tantos años haya podido recuperar mi nacionalidad alemana arrebatada por el nazismo en una de las noches más oscuras de la historia”.
”No podemos olvidar a quienes lo necesitan; en particular a quienes han sido objeto de injusticias aberrantes, como en el caso de Bernardo”, señaló desde Nueva York Baruj Tenembaum, fundador de la FIRW.