Se cumplen 60 años de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 9 de diciembre de 1948. El suceso está íntimamente vinculado a la Shoá como acontecimiento singular que marca la historia de modo indeleble.
La fecha evoca a Rafael Lemkin, polaco, abogado, quien había solicitado a la Liga de las Naciones que se declarara ”acto de barbarismo” cualquier forma de exterminación masiva de personas.
Luego de la invasión nazi a Polonia en 1939 Lemkin se unió a otros judíos como él para organizar la resistencia. Sobrevivió a la matanza huyendo a Suecia y luego a los Estados Unidos.
En 1943 inventó la palabra genocidio para, como dijera Kofi Annan, ex-Secretario General de las Naciones Unidas, ”darle un nuevo nombre a un viejo crimen”. En 1944 la palabra apareció impresa por primera vez en el libro ”Axis Rule in Occupied Europe”, obra del propio Lemkin. En 1946 logró que las Naciones Unidas reconociera al genocidio como un crimen internacional.
Pensar en Lemkin es recordar a miles de hombres y mujeres de distintas nacionalidades quienes, como él, lucharon contra el imperio de la barbarie.
Baruj Tenembaum
Fundacion Internacional Raoul Wallenberg
New York