Un bello parque de más de cinco mil metros cuadrados de áreas verdes fue inaugurado en la Costa Verde de San Miguel por el alcalde del distrito, Salvador Heresi, el Embajador de Israel, Modi Ephraim y el Cónsul General Honorario de Suecia, Lars Andrén.
El parque responde al nombre de Raoul Wallenberg, el diplomático sueco que salvó a decenas de miles de judíos húngaros, dándoles Schutzpasses, lo que les proporcionaba una cierta protección contra la persecución nazi, cuando era secretario de la Legación Sueca en Budapest.
“Este parque es más que 5525 metros cuadros de áreas verdes recuperadas para la ciudad, nosotros queremos que cuando la gente venga al parque se encuentre con la historia viva de un hombre que luchó contra la discriminación para que esto no se repita”, dijo el alcalde Salvador Heresi.
El burgomaestre también recordó que este proyecto significa la recuperación de una zona antiguamente caracterizada por su abandono, suciedad y falta de infraestructura. “El parque Wallenberg sigue nuestra filosofía de seguir creando una ciudad con vista al mar para el disfrute de los ciudadanos”, refirió.
Por su parte el Cónsul General Honorario de Suecia, Lars Andrén, agradeció el gesto de la gestión del alcalde Heresi e hizo un rescate biográfico de la heroicidad y bonhomía desinteresada con que Wallenberg se hizo de un sitial imborrable en la historia de la solidaridad universal. A su turno, hizo lo propio el presidente de la Asociación Judía del Perú, León Pardo.
A su turno, el Embajador de Israel, Modi Ephraim, saludó el carácter amistoso de la reunión y agradeció al héroe sueco en nombre de las miles de personas judías que se salvaron gracias a él. “Su gesto es un canto sostenido contra la discriminación, la xenofobia y el antisemitismo” expresó.
Asistió también Gustavo Jalife, representante de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg quien viajó especialmente desde Buenos Aires y transmitió el saludo del presidente y del fundador de la ONG global; Eduardo Eurnekian y Baruj Tenembaum, respectivamente. Jalife presentó al público presente un espléndido retrato de Wallenberg pintado por Peter Malkin, el hombre que atrapó a Eichmann en Argentina en 1960. Una copia del retrato fue entregada a cada uno de los participantes de la ceremonia.
También se encontraban presentes sobrevivientes del Holocausto, la embajadora de Polonia en Perú, Izabela Matusz y los rabinos Guillermo Bronstein y Abraham Benhamú.
Mención especial merece la presencia del consagrado periodista Hugo Coya, autor de “Estación Final”, trabajo de investigación que relata la desconocida historia de los peruanos que salvaron centenares de vidas durante la segunda guerra mundial.