Desde el lunes 16 de marzo, un hito ubicado en Paseo de Rosales 22 recuerda que fue ese inmueble madrileño el escogido por Sebastián de Romero Radigales para descansar tras una intensa carrera diplomática. Sin duda, el momento clave de su trayectoria fue su acción salvadora durante su mandato como cónsul general en Atenas. Su firme mediación ante las autoridades españolas a favor del contingente de sefardíes cautivos del régimen nazi y confinados en Bergen Belsen resultó determinante para diluir la postura inicial y procurar así el tránsito de los 637 judíos de Salónica hacia el Marruecos español.
El consagrado historiador y académico israelí, Haim Avni, profesor emérito de la Universidad Hebrea de Jerusalén, representó a la Fundación Raoul Wallenberg, la ONG educativa, presidida por Eduardo Eurnekian y creada por Baruj Tenembaum, que gestionó el título de Justo entre las Naciones para Romero Radigales.
El develamiento de la placa conmemorativa se llevó a cabo con la presencia de la Alcaldesa de Madrid, Ana Botella, acompañada por Isaac Revah, uno de los sefardíes que escaparon a su destino gracias a la mediación de Sebastián de Romero Radigales. Junto a él estuvo Elena Colitto-Castelli, nieta del diplomático español.
Isaac Revah relató su dura experiencia de traslado y cautiverio en Bergen Belsen y su prodigiosa liberación, en tanto que Elena Colitto-Castelli rememoró sus estancias anuales en la casa de Paseo de Rosales 22, y el silencio que su abuelo guardó respecto a su formidable acción.
El homenaje a Sebastián de Romero Radigales culminará con el traslado de los protagonistas a Graus (Huesca), localidad natal del cónsul en la que se inaugurará una plaza en su memoria.
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