BUENOS AIRES, jueves, 16 noviembre 2006 (ZENIT.org).-A la edad de 88 años falleció este jueves en la ciudad de Buenos Aires el padre Horacio Fidel Moreno, pionero en Latinoamérica en la promoción del diálogo interconfesional. Había nacido en la ciudad de Quilmes el 29 de mayo de 1918.
Entre muchas otras funciones había ejercido la presidencia de la Casa Argentina en Israel Tierra Santa durante los últimos 16 años.
Baruj Tenembaum, fundador de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg, ONG educativa creada en Argentina, señaló: «Con el padre Moreno se va uno de los más cabales y auténticos representantes del diálogo interconfesional»
En septiembre pasado el padre Moreno se vio imposibilitado, por razones de salud, de viajar a Roma junto a una delegación de la FIRW para saludar al Papa Benedicto XVI, así como para entregar a la agencia Zenit el Premio Raoul Wallenberg 2006.
Es sucedido en la presidencia de la Fundación Wallenberg por el ingeniero Oscar Vicente.
La Fundación Wallenberg evalúa instaurar en breve el Premio «Padre Horacio Moreno» en la disciplina de ensayo e investigación sobre la actualidad de las relaciones interconfesionales a nivel internacional.
El padre Moreno, era doctor en Leyes y Ciencias Sociales en la Universidad de Buenos Aires, licenciado en Filosofía, y licenciado en Teología Pastoral por el Instituto Católico de París y licenciado en Derecho Social en la Universidad de La Sorbonne, de la misma ciudad. Recibió diversos premios por sus trabajos realizados en Metafísica, Teodicea, Ética, Sagradas Escrituras y Derecho Canónico.
Participó en la fundación de varios institutos, fundaciones, residencias y otras instituciones como la Parroquia «Nuestra Señora de Fátima» en Buenos Aires, la «Guardería de Cáritas» de la Parroquia Fátima, el «Teatro de La Cova», la «Fundación Wilson», la casa «Los amigos» para la tercera edad y el «Instituto Educacional Fátima».
Como presidente de la Casa Argentina en Israel, entidad fundada en 1966, pionera en el diálogo interreligioso y la convivencia entre las creencias, apoyó el primer viaje de un arzobispo primado argentino a Israel, realizado por el cardenal Antonio Quarracino en 1992.
Participó en la inauguración, en 1997, del primer mural en el mundo conmemorativo a las victimas del holocausto, la AMIA y la embajada de Israel instalado dentro de una catedral católica, como lo es la Catedral Metropolitana de Buenos Aires.
Asimismo, fue creador, junto a Baruj Tenembaum, de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg, organización no Gubernamental cuya misión es desarrollar proyectos educativos y de divulgación que promuevan el ejercicio de los valores de solidaridad y coraje cívico que animaron las gestas de los Salvadores del Holocausto.
Desde la fundación, participó en la creación del Comité Internacional Angelo Roncalli, entidad dedicada a la investigación y homenaje a la gesta salvadora de vidas durante el Holocausto de quien sería Juan XXIII, «el Papa Bueno».