Es la primera vez que un magistrado, ajeno a la causa que se debatió en la ONU, se pronunciaba acerca del genocidio armenio a manos de los turcos.
‘Tras 96 años de impunidad, la justicia argentina es el primer órgano jurisdiccional en el mundo que dicta una resolución de este tipo’
Los periodistas que participaron en la improvisada rueda de prensa, a las puertas de los tribunales, no acababan de entender lo que Néstor Oyarbide les intentaba explicar. ¿Una sentencia contra Turquía por delitos cometidos durante la Primera Guerra Mundial?
Unas horas antes, el juez de 58 años había dictado un fallo en el que hacía responsable a Turquía por el genocidio cometido contra el pueblo armenio, en las masivas deportaciones que siguieron a aquella conflagración. Era la primera vez que un magistrado, ajeno a la causa que se debatió por años en la
Liga de Naciones y luego en la ONU, se pronunciaba acerca de una tragedia que los armenios en todo el mundo equiparan con el Holocausto de los judíos a manos de los nazis.
«Tras 96 años de impunidad, la justicia argentina es el primer órgano jurisdiccional en el mundo, que dicta una resolución de este tipo, basada en el principio de la no prescripción de los delitos de lesa humanidad», anunció a la prensa, Federico Hairabedián el abogado querellante en esta causa.
El letrado es nieto de Gregorio Hairabedián, la persona que en el 2000 interpuso la demanda por genocidio a nombre de la comunidad armenia en Argentina.
Turquía no reconoce que hubo un genocidio
Cabe destacar que hace nueve años, Turquía amenazó a Estados Unidos con no permitir que sus aviones militares aterrizaran en su territorio, si los funcionarios de la Casa Blanca participaban en las ceremonias conmemorativas del genocidio armenio.
En la lectura de su histórico veredicto, el juez Oyarbide estableció que «de acuerdo con los elementos probatorios presentados en los autos, los armenios fueron diezmados en sus propios e históricos territorios, invadidos y ocupados por los turcos a partir del siglo XIII. De los millones de armenios existentes entonces en la jurisdicción del Estado de Turquía, más de las dos terceras partes fueron asesinados o deportados, siendo confiscados sus bienes».
La resolución, divulgada por el Centro de Información Judicial, se basa en documentos presentados por la parte querellante y en testimonios históricos de los armenios. «Ningún genocidio se hubiera perpetrado si el estado turco no lo hubiera proyectado e instrumentado«, estableció el magistrado en su fallo. Más de una vez, durante la lectura de la sentencia, Oyarbide estuvo a punto de romper en llanto.
Los armenios podrán pedir indemnizaciones al gobierno turco
Para Federico Hairabedián, la resolución de Oyarbide «es de carácter definitivo» y «abre el camino para que los armenios puedan pedir al estado turco las indemnizaciones que corresponden en actos de tal naturaleza, como hicieron los judíos al reclamar reparaciones al gobierno alemán, después de la Segunda Guerra Mundial».
En los años 1915 y 1923, el gobierno otomano ordenó la deportación de cerca de un millón de armenios a los desiertos de Siria por considerar que eran «quintacolumnistas» de la enemiga Rusia. Camino de su exilio, la mayoría de los deportados fueron asesinados o murieron de hambre y de enfermedades.
Sin embargo, Turquía se niega a calificar esa tragedia como genocidio alegando que los armenios también mataron a miles de musulmanes y por temor a los reclamos territoriales y patrimoniales que presentarían los miembros de esa comunidad. No obstante, la mayoría de los historiadores coinciden en que Mustafa Kamal Ataturk, jefe de las fuerzas otomanos y fundador de la Turquía moderna, no tuvo parte en dicho genocidio.