«Creemos que el gesto de Monseñor Lorefice no tiene precedentes en la historia de la reconciliación entre judíos y católicos», dijo el director de la IRWF.
La Fundación Internacional Raoul Wallenberg honrará al Arzobispo de Palermo Corrado Lorefice con la Medalla Raoul Wallenberg por hacer posible el restablecimiento de una antigua sinagoga judía en Sicilia, informó la organización al Jerusalem Post el martes pasado.
La fundación se enteró de la contribución de Lorefice a la comunidad judía en la capital siciliana después de que el Post informó sobre una ceremonia en enero en cual se anunció la apertura de la primera sinagoga de Palermo desde la Inquisición española.
En la ceremonia, Lorefice oficialmente transfirió a la comunidad judía una instalación, propiedad de la iglesia y monasterio de San Nicolo Tolentino, construida sobre de las ruinas de la Gran Sinagoga de Palermo. La transferencia fue hecha a petición del Shavei Israel, una ONG con sede en Jerusalén, y del afiliado Instituto Siciliano de Estudios Judíos, que mantuvo conversaciones con la iglesia durante más de cinco años para ayudar a revivir a la otrora vibrante comunidad judía local.
Después de haberse interesado en la historia, la Fundación Raoul Wallenberg decidió honrar al arzobispo como muestra de agradecimiento a su gesto.
«Creemos que el gesto de Monseñor Lorefice no tiene precedentes en la historia de la reconciliación entre judíos y católicos. Como tal sigue los pasos del legado de Angelo Roncalli, el Papa Juan XXIII.», dijo Danny Rainer, director de la oficina de la fundación en Jerusalén.
«Este gesto merece el reconocimiento apropiado. Es por eso que el consejo directivo de la Fundación Raoul Wallenberg ha resuelto otorgar la medalla Raoul Wallenberg a Monseñor Lorefice. La devolución de una sinagoga, 524 años después de la expulsión de los judíos de Sicilia es, en nuestra opinión, una acción notable».
La mayoría de los judíos de Sicilia huyeron de la isla italiana en 1493, expulsados por orden de la reina Isabel I de Castilla y del rey Fernando de Aragón. Un pequeño número de judíos sicilianos que no fueron expulsados sufrieron conversiones forzadas. Según Shavei Israel -activa en todo el mundo en las comunidades de Bnei Anousim (judíos convertidos por la fuerza)- un número creciente de sicilianos ahora están redescubriendo sus raíces judías.
Rainer enfatizó que la fundación se centra en las personas que fueron solidarias con los perseguidos por el nazismo y sus aliados, y aunque el concepto se aplica a salvadores de personas inocentes, como Raoul Wallenberg que rescató a miles de judíos durante el Holocausto, también incluye a aquellos que han rescatado símbolos culturales, étnicos y religiosos.
Rainer dijo que Lorefice ha «aceptado con alegría» recibir el premio.
La ceremonia se celebrará en Palermo, a finales de este año, en presencia de una delegación especial de la fundación que viajará a Sicilia para presentar la medalla a Monseñor Lorefice.
La ONG también planea invitar a líderes religiosos y comunitarios de todas las denominaciones, así como a políticos y otras personalidades.