Casa Argentina en Jerusalem auspicia la constitución del centro de Diálogo Interconfesional ‘Interfé’, fórum que pretende capitalizar la experiencia y trayectoria de la organización en sus más de treinta años de vida. Su finalidad es asentar las bases tendientes a lograr un mejor entendimiento y comprensión entre todos los hombres de buena voluntad, sin distinciones. Jerusalem, es la ciudad histórica de la revelación bíblica de Dios; el sitio donde se establece el diálogo entre el Todopoderoso y los hombres, a modo de punto de encuentro entre el cielo y la tierra.
Los cristianos miran a Jerusalem con religioso afecto. Allí mismo sucedieron los grandes acontecimientos de la redención; es decir, la vida, pasión, muerte y resurrección de Cristo. En Jerusalem surgió la primera comunidad cristiana, la que experimenta distintos avatares hasta el presente y donde, afortunadamente, convive hoy con el resto de las diversas comunidades.
Para los judíos, Jerusalem es un bagaje de recuerdos, vestigios y tradiciones desde los años del Rey David que la proclamó capital y del rey Salomón que construyó el Gran Templo.
Los islámicos llaman a Jerusalem ‘La Santa’, con ardiente amor que se remonta a los orígenes mismos del Islam a través de su profeta sagrado Mahoma.
El 28 de Octubre de 1965 el Concilio Vaticano II, como un ‘soplo del Espíritu Santo’, según las palabras de Juan XXIII, promulgó la Declaración ‘Nostra Aetate’, manifestando entre otros considerandos que la Santa Iglesia se nutre de la raíz del buen olivo en que se han injertado las ramas del olivo silvestre que son los gentiles.
Nostra Aetate rompe con toda la actitud de un pasado, reclamando una nueva óptica de la Iglesia y sus feligreses al tiempo que le da nuevo sentido al diálogo interconfesional. Puede decirse que su espíritu fue un modelo para los fundadores de la Casa Argentina en Jerusalem en Jerusalem cuando en mayo de 1966 un grupo de emprendedores, laicos y religiosos, entre ellos: Mons. Ernesto Segura, Numo Werthein, Baruj Tenembaum y Jorge Luis Borges, le dieron forma y personalidad a la nueva organización, la primera de carácter absolutamente privado con sedes en Buenos Aires y Jerusalem.
Las relaciones entre árabes y judíos no quedaron postergadas. Con el tiempo, las mismas fueron distendiéndose progresivamente año a año y sus frutos han comenzado a madurar.
Los objetivos principales de Interfé son:
- Organizar grupos de estudio e investigaciones sobre temas religiosos.
- Producir films educacionales, viajes de peregrinación a Israel Tierra Santa, incluyendo conferencias, simposios, estudios.
- Estimular la difusión en medios de comunicación a efectos de promover el esclarecimiento, entendimiento y por sobre todo la erradicación de las barreras de ignorancia que provocan la animosidad entre los pueblos.
- Realizar debates públicos, pudiendo invitar a distintas personalidades de cualquier lugar del mundo idóneos en los temas a abordar.
- Afianzar los contactos nacionales e internacionales con asociaciones afines de todo el mundo.
- Promover la publicación de trabajos sobre los tópicos abordados.