Fueron recordadas en la Catedral de Buenos Aires las víctimas del Holocausto y de los atentados a la Embajada de Israel (17/3/92) y a la Asociación Mutual Israelita Argentina (18/7/94)
En la Capilla Santa Teresa de la Catedral Metropolitana se instaló el 14 de abril de 1997 una estructura de 1,80 de largo por 1,20m de ancho, compuesta por dos paneles de vidrio entre los cuales se colocaron hojas de libros de rezo rescatadas de las ruinas de los campos de concentración de Treblinka y Auschwitz así como del gueto de Varsovia.
Hay también una partitura del Kadish (oración por los muertos) y las portadas de dos libros: uno, de fábulas en idisch hallado entre los escombros de la AMIA y otro, del Libro de Samuel encontrado durante la búsqueda de sobrevivientes, horas después del estallido en la sede diplomática israelí de Buenos Aires.
Completa este mural un ejemplar de la Hagadá de Pesaj, rescatado de un campo de concentración en la zona de Toulouse (Francia) en 1942.
En una placa interior puede leerse:
”En memoria de nuestros hermanos judíos masacrados e inmolados durante la Shoah (Holocausto) y de los mártires de los atentados a la embajada de Israel en Buenos Aires y a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). Homenaje del Arzobispo de Buenos Aires, Primado de la Argentina, Cardenal Antonio Quarracino, tributado el 14 de abril de 1997, en Buenos Aires, Argentina.”
En la placa exterior se transcribe una inscripción escrita por Zvi Kolitz en su obra ”Yosel Rácover le habla a Dios”:
”Yo creo en el sol incluso cuando no alumbra. Yo creo en el amor incluso cuando no lo siento. Yo creo en Dios incluso cuando permanece callado”
El mural ha sido diseñado por el arquitecto Norberto Silva, y realizado por Carlos Daniel Pallarols, primera obra individual de la cuarta generación de orfebres con su nombre que realizaron piezas para la Catedral. Para el marco utilizó técnicas del siglo XVIII en cuanto a fundición, cincelado y bruñido con piedras de ágata; en las esquinas del marco figuran los símbolos de la Menorá, el Arbol de la Vida, la Estrella de David y las Tablas de la Ley.
La asociación ecuménica sin fines de lucro Casa Argentina en Jerusalem, foco de difusión de nuestra cultura, integrada por destacadas personalidades del ámbito empresarial y cultural argentino, concreta así una idea originada en 1992 cuando el Arzobispo de Buenos Aires, Antonio Quarracino, se convirtió en el primer primado argentino en visitar Israel.
La iniciativa sugerida por Baruch Tenembaum, fundador de la institución coloca a la Argentina en una posición de vanguardia en materia de diálogo interconfesional y a nuestra Catedral en el primer depositario en el mundo de un testimonio de tan hondo significado como la conmemoración de las víctimas del antisemitismo.