Recordando a Raoul Wallenberg en el 78 aniversario de su desaparicion

Raoul Wallenberg – Soldado de la Paz desaparecido

 

El 17 de enero de 1945, después de haber salvado a decenas de miles de judíos húngaros, Raoul Wallenberg fue detenido por la unidad de contrainteligencia militar soviética (SMERSH), para nunca más ser visto.

Un relato completo de su secuestro arbitrario puede leerse en mi artículo publicado  el año pasado en mi  blog  de Times of Israel con motivo del anterior aniversario de su arresto.

En lo que a mí respecta, Raoul Wallenberg fue un héroe de la Segunda Guerra Mundial que fue abandonado a su amargo destino. Durante su brevísima misión diplomática en Hungría, logró salvar la vida de miles de personas que no eran ni sus compatriotas ni compartían su religión. A pesar de eso, optó por no ser indiferente y literalmente arriesgó su vida todos los días, enfrentándose a los nazis y a sus secuaces locales.

Paradójicamente, no pereció en manos de los alemanes o los húngaros,

a quien se había enfrentado valientemente durante la guerra, pero fue encarcelado, torturado y muy probablemente asesinado después de la Segunda Guerra Mundial por las mismas fuerzas que liberaron Hungría .

Esta claro que, cuando ordenó a su fiel chofer, Vilmos Langfelder, que tomara el camino peligroso de Budapest a Debrecen, Raoul Wallenberg quería encontrarse con el Mariscal Rodyon Malinovsky en el Cuartel General del Ejército Rojo en esta ciudad, con el objetivo de asegurar el bienestar de la comunidad judía húngara que sobrevivió en gran medida gracias a sus valientes acciones.

Sin embargo, fue tratado como un espía y junto con su chofer, Vilmos Langfelder, fue trasladado a la prisión de Lubyanka en Moscú, donde las huellas de ambos hombres desaparecieron de la faz de la tierra.

Para mí, Raoul Wallenberg fue un soldado de paz que fue abandonado por la misma personas que lo habían enviado a su misión , la de salvar vidas. Sin duda, ni los EE.UU. ni los gobiernos suecos han hecho lo suficiente para asegurar su liberación. Lo mismo podría decirse sobre la poderosa e influyente familia de Raoul.

Aún hoy, después de tantos años, Estados Unidos, Suecia y el mundo de las democracias en general deberían seguir presionando a las autoridades rusas para obtener información científicamente verificable sobre el destino y el paradero del Héroe sueco y su ayudante.

Stalin y su régimen fueron responsables de la desaparición de Raoul y

El actual gobierno ruso debería entender y poner fin a esta tragedia humana.

Para eso, un acceso completo y sin restricciones a los archivos de la KGB serían un primer paso positivo para curar esta herida abierta.

Sin duda, muchas mujeres y hombres de buen corazón  ayudaron  a las víctimas de la atroz máquina asesina nazi. En ese sentido, Raoul Wallenberg no fue el único.

Sin embargo, su caso fue singular en el sentido de que no vivía bajo la ocupación nazi. Al contrario, era un joven con un futuro brillante, disfrutando de una buena e interesante vida lejos del sangriento campo de batalla.

En lugar de perseguir su brillante  vida, se lanzó al infierno de la guerra. con sus capacidades únicas, audacia y talento, desprovisto de cualquier experiencia diplomática , logró marcar una gran diferencia para tantas personas que, de lo contrario, habrían terminado en Auschwitz o en las profundidades del Danubio.

No soy muy aficionado a la historia contrafáctica, pero siempre juego con la idea de cientos de  Raoul Wallenberg desplegados en la Europa ocupada por los nazis y cómo podrían haber cambiado el curso de la historia y el amargo destino de millones de judíos.

El legado de Raoul sigue siendo relevante en nuestros tiempos turbulentos, cuando los derechos humanos están siendo violados flagrantemente en tantas partes del mundo y es por eso que debemos seguir enseñando su historia a las jóvenes generaciones y seguir luchando para  traerlo de regreso a casa para un entierro apropiado.

Recordamos la difícil situación de la madre de Raoul, Maj, y de su padrastro, Fredrik,  que  se suicidaron  en 1979  cuando no lograron asegurar la libertad de su hijo.

También recordamos a los medios hermanos de Raoul, el profesor Guy von Dardel y Nina Lagergren, que dedicaron su vida por encontrar a Raoul.

Raoul Wallenberg es un heroe singular que merece descansar en paz y es nuestra obligacion la de mantener viva la lucha por conseguirlo hasta que tengamos exito.