Discurso del rabino Simon Moguilevsky

Eminencia Reverendísima Angelo Cardenal Sodano, Excelencia Arzobispo Renato Martino, Embajadores y Miembros del Cuerpo Diplomático, Autoridades Nacionales, Sacerdotes Hermanos y Hermanas

He viajado especialmente desde Buenos Aires, solamente por 24 horas, para unirme a Ustedes en este homenaje que rendimos a un Hombre creado a la imagen del Altísimo.

Me pidió mi amigo y compañero de Seminario, Baruch Tenembaum, que hiciera este esfuerzo, pues deseamos expresar nuestra gratitud al Papa Bueno, Juan XXIII; como miembro de la Institución madre que dio lugar a la Fundación Internacional Raoul Wallenberg creada hace 35 años en las Américas y en Jerusalén.

Me honra estar ante Ustedes y decirles que en Buenos Aires hace tres años se inauguró en la Catedral Primada un mural compuesto por fragmentos de libros de rezos judíos rescatados de campos de concentración. En su inauguración el entonces Cardenal Antonio Quarracino dijo: ” Y acá con mi hermano Baruch, inauguramos este Monumento Judío en la Iglesia Mayor inspirados en Juan XXIII y Raoul Wallenberg”, debo decirles que este hecho sin precedentes y único en la historia fue reconocido por el Secretario de Estado del Vaticano, Angelo Sodano , quien visitó especialmente la Capilla donde además descansan los restos del Cardenal Antonio Quarracino. El año pasado hemos ofrecido en la Sinagoga y en la Catedral servicios religiosos recordando a Raoul Wallenberg y como ustedes entenderán, Judíos y Católicos homenajeando un Protestante, que a su vez salvó vidas de confesiones religiosas distintas a la propia.

Juan XXIII es el Papa de Nostra Aetate, del Concilio Vaticano II, el que dejó sin efecto expresiones ofensivas a Judíos en plegarias de la Iglesia; durante su estada en Estambul como Nuncio Papal, logró cosas extraordinarias junto a Monseñor Angelo Rotta quien en Budapest colaboró con Raoul Wallenberg.

Juan XXIII es el Papa de Pacem en Terris, de la Reconciliación y del Diálogo. En la tradición judía leemos la Toráh para que al cerrar el ciclo anual se logren estudiar todos los capítulos, en esta semana leemos TAMIM.

Mis queridos amigos es un honor para nosotros participar de esta reunión que se convierte en ceremonia para lanzar la idea, el pedido, la convocatoria de proclamar a Juan XXIII ”Justo” (Chasid Humot Aolam), este es un concepto de agradecimiento del Pueblo del Libro y del mundo hacia este Papa, quién inspiró no sólo el movimiento interconfesional que he mencionado antes en América latina y en Jerusalem sino también en el mundo entero.

Sr. Secretario de Estado, Sr. Arzobispo, Señoras y Señoras unámonos todos para continuar la obra de Juan XXIII.