Discurso pronunciado por el Embajador de la República Federal de Alemania, Dr. Rolf Schumacher, en su visita al Mural Conmemorativo de las víctimas del Holocausto en la Catedral Metropolitana el 13 de noviembre de 2003, en conmemoración de ”La Noche de los Cristales”
Quisiera agradecer la oportunidad brindada de visitar el Mural Conmemorativo de las víctimas del Holocausto en la Catedral de Buenos Aires.
Hace sólo cuatro días, el 9 de noviembre, se recordó en Alemania a las víctimas del antisemitismo.
Hace 65 años, el 9 de noviembre de 1938, miles de militantes nacionalsocialistas atacaron viviendas, sinagogas y negocios de judíos en toda Alemania. La horda destruyó y quemó propiedad privada y lugares de culto de los judíos. Hombres, mujeres y niños fueron perseguidos y no pocos murieron maltratados en las calles. La brutalidad y el terror de esa noche fueron desconcertantes. En Alemania habían desaparecido casi por completo la compasión y la decencia ciudadana, el respeto hacia el prójimo y la solidaridad con el vecino; y no volverían hasta el fin de la dictadura nazi.
Si miramos hacia atrás, sabemos que esa noche de humillación y deshumanización de los judíos alemanes sólo fue el comienzo del genocidio que fue el holocausto. Este día permanece en la memoria como un recordatorio inborrable para combatir el racismo y el antisemitismo ya desde su expresión más mínima.
El 9 de noviembre es para Alemania y su pueblo una fecha doblemente significativa.
Hace 14 años el 9 de noviembre cobró un segundo significado en la historia de Alemania: Con los acontecimientos de 1989 el pueblo alemán demostró que puede luchar contra una dictadura. Ese día los ciudadanos de la República Democrática Alemana vencieron las barreras del Muro de Berlín y derrocaron al régimen dictatorial que gobernaba Alemania del Este. En esa ocasión, los alemanes demostraron que saben luchar por la libertad, la democracia y los derechos humanos.
El 9 de noviembre es una fecha emblemática y permanece como una advertencia para no abandonar la lucha contra los actos inhumanos y para fortalecer el compromiso cívico.
Más de 5 décadas de democracia vividas después de la Segunda Guerra Mundial y 13 años de Unidad Alemana hacen que este día también sea una ocasión para reafirmar nuestro camino hacia la libertad, la tolerancia y la sensibilidad humana.
Lo ocurrido en el pasado es una gravosa carga para nosotros y su recuerdo obliga a no olvidar nuestro sentido de responsabilidad. En conmemoración del 9 de noviembre de 1938 debemos mantener viva la llama del recuerdo en memoria de tantas víctimas inocentes del régimen nacionalsocialista y pensar en aquellos seres humanos y pueblos a los que aún no les es dado vivir con dignidad y en libertad.