Un proyecto de investigación realizado por encargo de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg arroja luz sobre las historias de turcos musulmanes y kurdos que ayudaron a armenios en 1915.
Pedagogía positiva es el enfoque constante que ha aplicado en las últimas décadas la Fundación Internacional Raoul Wallenberg (FIRW). Esta ONG internacional con base en New York, que tenemos el honor de dirigir, se dedica a preservar y divulgar el valiente legado del diplomático sueco Raoul Wallenberg y de héroes como él que ayudaron a víctimas de la persecución, independientemente de religión o.
En relación con el Holocausto, la Fundación Wallenberg ha venido aplicando este mismo principio rector con notable éxito.
Sin dejar de reconocer la importancia vital del estudio y la enseñanza de las atrocidades cometidas por los nazis y sus colaboradores, un aspecto que es plenamente justificable y cubierto por un gran número de instituciones, la Fundación Wallenberg hace foco en los salvadores, sacando a luz sus historias para difundir el valor de la solidaridad en las nuevas generaciones.
El «Medz Yeghern» (o «gran crimen», terminología utilizada por los propios armenios para describir los terribles acontecimientos que comenzaron a desarrollarse en 1915) se ha convertido, lamentablemente, en un asunto de controversia política, principalmente entre armenios y turcos.
La mera utilización de las palabras «genocidio armenio» genera turbulentas emociones y divide aguas.
Las definiciones son sin duda significativas, pero aún haciéndolas a un lado, es un hecho indiscutible que hace un siglo más de un millón de armenios indefensos que vivían dentro de los límites del Imperio Otomano pereció en las circunstancias más trágicas y terribles.
La cuestión clave es ser fiel a lo sucedido y, al mismo tiempo, construir puentes de entendimiento entre los pueblos.
Destacando las hazañas de los salvadores es, desde nuestro punto de vista, la herramienta más adecuada para alcanzar este doble objetivo.
En línea con nuestra perspectiva pedagogía positiva, hemos unido esfuerzos con el profesor Taner Akcam, de la cátedra Kaloosdian/Mugar de Estudios sobre Genocidio y Holocausto de la Universidad Clark, quien diligentemente supervisó el la investigación sobre los salvadores turcos y kurdos.
La investigación fue publicada en formato electrónico en idioma turco y traducida al armenio, inglés y español, ha llegado con los nombres de más de 180 salvadores turcos y kurdos, incluyendo jefes de clanes, líderes religiosos y personas comunes y corrientes. http://www.raoulwallenberg.net/wp-content/files_mf/1441722678salvadoresturcosespanol.pdf
Todos ellos demostraron no ser indiferentes a la difícil situación de los armenios y decidieron ayudarlos.
Entre los mencionados en el informe se encuentra Mehmet Celal Bay, quien se desempeñó como gobernador de Alepo y Konya y es probablemente el más conocido de todos los salvadores turcos. Se le atribuye haber salvado las vidas de miles de armenios. Por su propia admisión, durante su mandato como gobernador de Alepo no creía que el objetivo de las deportaciones era liquidar a los armenios, pero más tarde cambió de opinión. Cuando desafió las órdenes de deportación fue destituido de su cargo y fue transferido a Konya, donde en repetidas ocasiones exigió al Gobierno central que se proporcionaran refugios para los deportados, insistiendo en que las medidas contra los armenios eran “contrarias a los intereses de la patria”. Durante su servicio en la provincia de Konya, que se convirtió en un punto de reunión para los deportados armenios, logró salvar a miles de ellos, evitando su deportación.
Siendo miembro de la familia real otomana e hijo de un alto funcionario del Ministerio de Hacienda, las autoridades decidieron removerlo de su cargo en lugar de asesinarlo, el destino final de los funcionarios que se atrevieron a oponerse a las órdenes oficiales.
El enfoque riguroso y minucioso de la investigación está dando sus frutos. Las hazañas de solidaridad no pueden ser borradas aunque hayan sucedido hace un siglo. La gratitud no tiene fecha de vencimiento.
Habiendo finalizado la primera etapa, la Fundación Raoul Wallenberg se encuentra ahora abocada al proceso de localización de parientes vivos con el objeto de rendir tributo póstumo a los salvadores e incluir sus historias en programas educativos.
En nuestra opinión, esta perspectiva ayudará a abordar el pasado de una manera positiva, al tiempo que facilitará la creación de un diálogo fructífero y respetuoso entre todas las partes implicadas, la construcción de un ambiente de comprensión y reconciliación para el bien de armenios y turcos que merecen compartir, como vecinos, un mejor futuro, sin olvidar el pasado.
Esto tendría un impacto positivo no sólo en las personas que viven en Armenia y Turquía, sino también en la diáspora armenia y entre los expatriados turcos. A su vez, serviría de ejemplo para los habitantes de otras zonas de conflicto.
Eduardo Eurnekian es el presidente y Baruj Tenembaum el creador de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg.