A mediados de mayo de este año, los diarios más importantes de Francia difunden la noticia sobre la decisión del Consejo Regional de la región de Auvergne – Rhône-Alpes de disminuir la subvención al Museo- Memorial de Izieu, un lugar perdido en la montaña, a unos 80 km de la ciudad de Lyon. Si no fuera por un monumento recordatorio en el cual se lee “Passant, recueille- toi et n´oublie pas…” (Caminante, recógete y no olvides…) en la calle del pueblo, a nadie se le ocurriría escalar un kilómetro y medio para subir y descubrir la casa.
La Maison d´Izieu, fue una colonia que refugió a chicos de 2 a 14 años, entre 1943 y 1944. Para muchos niños, la colonia de Izieu fue uno de los tantos lugares de transición entre un escondite y otro. Llegaban a la casa a través de las distintas redes clandestinas de salvataje y resistencia.
La vida que llevaban era lo más normal que podía serlo en tiempos de guerra y persecución. Había alimento, abrigo, seguridad, tareas escolares y un espacio verde para jugar y cantar al aire libre. Hasta el 6 de abril de 1944, día fatal en que, por orden del criminal nazi Klaus Barbie- el jefe de policía encargado de desmantelar la resistencia- ingresaron agentes alemanes y franceses para deportar a todos los que se encontraban en el lugar: niños, jóvenes y educadores. Entre ellos, su director Miro Zatlin, el esposo de Sabine Zatlin que afortunadamente no estaba en la casa en ese momento.
Sabemos el destino que tenían los niños deportados.
De los 44 niños y 7 educadores, sólo sobrevivió una tutora, Léa Feldblum, que dio su testimonio en 1987 en el juicio a Klaus Barbie, arrestado en Bolivia gracias a la infatigable búsqueda de los Klarsfeld. En el juicio también estuvo la directora Sabine Zatlin, quien a partir de la deportación dedicó el resto de su vida a rescatar la memoria de sus niños.
La buena noticia es que pocos días atrás, el 24 de mayo, el Consulado General de Alemania en Lyon ofrece una donación al Museo Memorial. “Es la primera vez que Alemania financia Izieu…la Maison d´Izieu está muy orgullosa y honrada de este gesto generoso de la República Federal de Alemania”, dice el presidente de la Asociación.
La donación se utilizará para traducir el contenido de las audio guías y del catálogo que hasta el momento sólo estaban en francés, al alemán, al inglés, al español y al italiano, un modo de expandir la conciencia colectiva.
El gesto de Alemania recibido con honra por Francia, es un nuevo puente entre un pasado trágico y un presente reparador; un puente de esos que tanta falta le hacen a la humanidad.