A los Justos de las Naciones.
Las Navas del Marqués es una deliciosa villa de la provincia de Ávila, la maravilla de Castilla, y allí donde los pájaros – que bien lo saben – se toman las vacaciones. Y en cuyos poéticos alrededores parecen concentradas toda la suavidad y exuberancia de la antigua Iberia.
Un bosque ignorado. El bosque Botella. Edén de los sentidos, como ”un lugar alto” de Israel, se encuentra en el Barrio de la Estación y próximo a la carretera de Ávila – Madrid, cruzada por un puente y por un riachuelo en cuyas aguas rumorosas surcan patos y perezosas tortugas.
La Naturaleza es un santuario en cuyos altares sin números son los árboles. La arboleda recuperada convertida en santuario paralelo, es ya lugar de peregrinación de espíritus robles.
En los últimos tiempos, hemos plantado y cuidado Jaime Botella, Antonio Palop, Javier Martínez, yo mismo y otros voluntarios de credos y pueblos diferentes, un bosque con decenas de variopintos arboles, muchos cipreses, algún olivo que otro, que, votivos, hemos dedicado a la nutrida saga de la familia Botella. Arboles también en memoria de los justos de las Naciones que salvaron a judíos en tiempos atroces; a nuestros amigos de la Orden Nueva de Toledo y asimismo a nuestros antepasados que ya duermen el sueño de la muerte en el regazo del Eterno.
El infinito encanto del lugar predispone a ensoñaciones de tipo religiosos de carácter sensual y visionario, y dicen algunos haber visto coronado de laurel al profeta Elías, cabalgando un toro embridado con una enorme culebra viva, cosa esta que está siendo motivo de inspiración para escritores y artistas plásticos.
Regresemos nuevamente a nuestro mítico bosque; una hermosa muchacha de cabellos amielados entre las alegres sonrisas de sus compañeros recita los versos bellísimos del salmo 137:
”¡Jerusalem, si yo de ti me olvido,
Que se seque mi diestra!
¡Mi lengua se me pegue al paladar
Si de ti no me acuerdo,
Si no alzo a Jerusalem
Al colmo de mi gozo!”
Caminante, extranjero, tú que lees, ve y di a las gentes de Sefarad: ”tus hijos han plantado árboles aquí, en el bosque del Toro, el Profeta y la Serpiente, en el bosque de la serpiente, el Profeta y el Toro”.
Concordia de todos y para todos. Y la bondad que jamás prescribe. Shalom.
Las Navas del Marqués (Ávila)
Antonio Escudero Ríos.
Gran Maestre de la Orden Nueva de Toledo.
Tu Bishvat 5769 de la Creación del Mundo / año 2009
Antonio Escudero Ríos
Nació en 1944 en Quintana de la Serena, Badajoz. Hizo las carreras de Filosofía y Publicidad en Madrid en donde reside desde 1960. Es editor literario e investigador de Judaica. Ha realizado ediciones facsimilares de la Guía de los Perplejos, el Cuzarí y de la obra de Isaac Cardoso. Dirigió las Jornadas Extremeñas de estudios Judaicos en Hervas, en 1995, con Haim Beinart. Fue Director de las Actas del mencionado Congreso, publicadas en 1996. Colaboró en las revistas judías ”Raíces”, ”Los Muestros” ”Maguem” y ”Foro de la vida judía en el mundo”, entre otras publicaciones. Creador, junto a otros entusiastas, de la ”Nueva Orden de Toledo”, asociación dedicada a la defensa plural de Israel y el Libano cristiano, así como a combatir el antisemitismo. Ha plantado miles de árboles y construído un jardín dedicado a los Justos entre las Naciones.