Cartas al País
Ha muerto Nelson Mandela, un hombre que marcó la historia del siglo veinte y, probablemente, la de siglos por venir. Su lucha contra el apartheid en Sudáfrica puede leerse como una alegoría de las luchas de todas las minorías perseguidas a lo largo de la historia.
Gordon Brown, ex primer ministro británico, declaró: “Nelson Mandela fue el líder más grande de nuestra generación. Un líder de magnanimidad, fortaleza, y optimismo inquebrantables y, sobre todo, uno de los héroes no sólo de nuestro tiempo, sino de todos los tiempos”. Las palabras de Brown cobran valor en tanto es el autor del libro “Courage: Eight portraits” (Coraje: Ocho retratos), obra que recorre con el hilo de oro de los héroes las historias de vida de Mandela, Wallenberg, Aung San Suu Kyi, Martin Luther King y otros.
Precisamente, en agosto de 1963, mientras Mandela era sometido a juicio como paso previo a un encarcelamiento de veintisiete años, Martin Luther King pronunciaba: “Yo tengo un sueño”, su más famoso discurso: “Es ahora el momento de hacer realidad las promesas de la democracia. Es ahora el momento de salir del oscuro y desolado valle de la segregación hacia el camino luminoso de la justicia racial. Es ahora el momento de hacer de la justicia una realidad para todos los hijos de Dios”.
Recordamos al gran Nelson Mandela con una de sus más celebres máximas: “Para ser libre no hay que deshacerse solamente de las cadenas propias, sino vivir de una manera que ayude a desarrollar la libertad de los demás”.
Eduardo Eurnekián y Baruj Tenembaum
FUNDACION RAOUL WALLENBERG
