Hasta hace poco, la historia oficial descartaba que Galicia hubiera acogido judíos y que, en cualquier caso, su presencia fue meramente testimonial.
Gracias a las últimas investigaciones se confirma que la presencia de comunidades sefarditas en tierras gallegas fue un hecho antes de la expulsión de 1492.
Existieron, eso sí, siguiendo las investigaciones realizadas hasta la fecha, lugares que tuvieron un mayor asentamiento de familias hebreas hasta el referido año. A partir del año 1496 coincidiendo con el edicto de expulsión de los judíos del suelo portugués, muchas familias retornaron a Galicia, sobre todo, a Ourense, Allariz, Ribadavia, Monforte de Lemos y Tui. Ello se plasmó, entre otras cosas, que durante el siglo XVI XVII y XVIII la Inquisición se cebara enormemente en muchas de estas familias conversas, siendo acusadas en muchos casos de seguir practicando la religión mosaica de manera oculta, existiendo hoy en la Sección Inquisición del A.H.N., multitud de procesos contra estas familias.
Mientras los investigadores reponemos esta página de la historia gallega, localidades como Monforte de Lemos o Ribadavia se convierten en la vanguardia de la recuperación de esta memoria olvidada.
Monforte de Lemos redescubre su judería, organizando exposiciones y congresos sobre la cultura de Sefarad y arrojando luz sobre un periodo que ha sido frecuentemente difuminado por la falta de testimonios documentales y que es sin duda alguna el capítulo más arrinconado de la historia gallega.
Por iniciativa del gobierno municipal que preside Nazario Pin Fernández se ha llevado a cabo un trabajo de investigación arduo y profundo sobre la comunidad judía y de conversos de Monforte de Lemos.
Este esfuerzo casi quimérico por recuperar una memoria escondida ha dado su fruto. Hemos conseguido localizar a diversas familias hebreas y los lugares donde vivían hasta la expulsión de 1492, por lo que, conseguimos delimitar las calles que hoy denominados de ”ámbito xudeo”.
Por otro lado, también hemos conseguido saber donde se ubicaba la sinagoga hebrea y, podemos afirmar casi con rotundidad que incluso el ”miwe” o baño ritual hebrea está localizado, precisamente, en el ámbito de la sinagoga, en unas cuevas inmediatas a las ruinas de la misma.
Una serie de elementos existentes en las cuevas nos llevaron a solicitar la opinión de diversos técnicos de la ”Red de Juderías de España ”Caminos de Sefarad” y de varios judíos asentados en la actualidad en tierra gallega. Todos coincidieron en la afirmación de que probablemente tengamos situado el lugar del ”miwe” o baño ritual judío.
El trabajo de investigación cuyo cuerpo principal está rematado consta de 100 páginas y diversas fotografías.
Dicho trabajo ha significado un importante paso para la recuperación y difusión de esta parte de nuestra historia local como es la entrada de Monforte de Lemos en la ”Red de Juderías de España ”Caminos de Sefarad” en noviembre del año 2001.
Esta asociación aglutina a las ciudades de España que conservan un importante pasado semita.
Las ciudades fundacionales son: Cáceres, Córdoba, Girona, Hervás, Oviedo, Ribadavia, Segovia, Toledo, Tortosa, Tudela. Ahora, se amplió la Asociación con otras ciudades: Besalú, Calahorra, Estella-Lizarra, Monforte de Lemos, Plasencia y Tarazona.
La Red aprueba nuevos miembros cada dos años y, ya tienen hecha su solicitud de ingreso ciudades como Barcelona, León o Palma de Mallorca.
Nuestra entrada no fue fácil ya que, había más de 25 candidaturas, afortunadamente, nuestros esfuerzos se vieron recompensados con el ingreso mencionado.
Por la documentación manejada hasta la fecha, la mayor parte inédita, los judíos de Monforte de Lemos no tuvieron una zona concreta de concentración. Su lugar de emplazamiento respondía al modelo de otras ciudades. Se ubicaban en torno a las puertas de villa y en las plazas del mercado. Debemos descartar la tan traída y llevada afirmación de que la judería monfortina se encontraba en la actual calle Abelardo Baanante, conocida popularmente como A Calexa. Efectivamente,, sí existieron viviendas de semitas en esta vía, pero, al mismo tiempo, los hebreos residían en otras calles monfortinas.
Las noticias más antiguas se remontan al siglo X, en concreto, un documento del año 915 que nombra a un Ismael ”Judío”.
Durante el siglo XIV varios titulares del Señorío de Lemos designaron a judíos para puestos importantes. Cabe destacar al Infante Felipe, hombre que gozaba de la amistad con la comunidad hebrea, hasta el punto de que el hebreo Yuzaf de Ecija se convirtió en almojarife real de Alfonso IX, gracias a la influencia del Infante, que era tío del monarca. D. Pedro Fernández de Castro ”El de la Guerra”, Señor de Monforte en 1334, tenía como recaudador al judío Don Guilleumo y su almojarife era D. Samuel, hermano de D. Guilleumo. Queda aquí patente como familias de judíos tenían estrecha relación con los titulares de Monforte durante el siglo XIV.
El hijo de D. Pedro, D. Fernán Ruíz de Castro ”Toda la lealtad de España”, Señor y Conde de Lemos, 1343-1369, se caracterizó por su política pro judía, siguiendo la línea marcada por su rey D. Pedro I ”El Cruel”.
Un documento sumamente importante para avalar la existencia de judíos en Galicia hace referencia al pago de las aljamas de judíos a la Corona de Castilla, años 1474, 1488, 1489, 1491. En el grupo de Ourense encontramos las poblaciones de Monforte de Lemos, Allariz y Ribadavia.
Otra huella de los hebreos en Monforte es el ”Sello de Salomón” o estrella de cinco puntas.
En la parte más antigua de la Torre del Homenaje, cara este con un esquinal de norte y sur, construida en el siglo XIV, observamos signos lapidarios y marcas de canteros. El que más abunda es la referida estrella de cinco puntas o Sello de Salomón.
Esta estrella tenía y tiene especial significado para los hebreos pues representa los cinco libros del Pentateuco, cada punta un libro.
Dichos libros se encuentran siempre en un lugar importante dentro de la sinagoga hebrea.
Basándonos en la organización de ciertas corporaciones de constructores que se consideraban herederas de las medievales como las famosas ”Compagnons de France”, a estas marcas se les daba la consideración de aval de garantía, de trabajo de garantía.
La mayor parte de los maestros canteros, incluso, los más importantes, no sabían escribir en su mayoría y pasaban las técnicas de construcción de padres a hijos.
Con el fin de la Edad Media, la costumbre de usar estos signos lapidarios desapareció. El Renacimiento aportó nuevos hábitos y cambios de mentalidad. De hecho, después de dejar de utilizarlos perdieron su significado original.
Hemos hallado documentos inéditos que nos sitúan las calles de ámbito hebreo.
La mayor parte de las noticias corresponden al siglo XV que es, a nuestro entender, el momento de mayor presencia semita en Monforte.
Es necesario precisar que la mayoría de los documentos que se conservan datan de este siglo. De cualquiera manera, no descartamos la existencia de una destacada comunidad hebrea con anterioridad al siglo XV, aunque por el momento las noticias escasean.
Los sucesos acaecidos en el año 1391, con las persecuciones y matanzas sistemáticas de hebreos en diversas regiones de España, influyeron decisivamente en la elección de residencia de las familias hebreas que en número destacado se asentaron en Galicia.
Los gallegos estaban más enfocados hacia el movimiento contra la nobleza, que se tradujo en la revuelta irmandiña de 1467-1469 que en el movimiento antisemita que se estaba produciendo en otras regiones españolas.
A finales del siglo XIV, al Noroeste peninsular llegaron un gran número de semitas, solo superado por la llegada de familias judías durante las últimas décadas del siglo XV.
Una de las conclusiones más importantes que sacamos de esta documentación manejada es que los hebreos vivieron mezclados con los cristianos en diversas calles medievales monfortinas, sobre todo, en torno a las puertas de villa y plazas de mercado.
Así, sabemos, por ejemplo, que en el año 1449 ”Moshe Judyo” moraba en la calle de la Zapatería y que, en el año 1453 ”Esther la Judía” vivía en la misma calle, hoy conocida con el nombre de Travesa do Cárcere Vello. Por cierto, este nombre no hace alusión alguna a la historia de esta importante calle medieval que, durante siglos fue llamada Zapatería y que hoy por el simple hecho de que durante algunas décadas del siglo XIX el torreón hoy ocupado por las oficinas de Ribeira Sacra fuera Cárcel del Partido Judicial de Monforte, lleva el horrible nombre de ”Cárcere Vello”.
En 1474 la familia semita formada por ”Manuel y su mujer Lidica los judíos” vivían en la calle de los Herreros. Esta calle actualmente forma parte de la Praza de España. Era la zona inmediata a la calle de Santa Domingo, subiendo luego para la puerta denominada ”Do Cárcere Vello”. En la Praza de España estuvo hasta el siglo XIX la iglesia románica de Nuestra Señora de A Regoa y, a los pies de las iglesias solían vivir familias hebreas aprovechando la actividad mercantil que las mismas generaban.
En el año 1462, ”Isaac Chamizo” moraba en la rúa ”Nova” hoy Abelardo Baanante, popularmente ”A Calexa”.
En el año 1488 ”Boaventura Judía” tenía su casa en la ”Plaza del Azouge” o sea, del Mercado, la palabra tiene raíz árabe- hoy conocida como Praza de las Pescaderías, inmediata a la denominada Puerta de la Alcazaba. Esta casa en 1492 pasó a manos del II Conde hereditario y perpetuo de Lemos, D. Rodrigo Enríquez de Castro.
Estos son alguno de los ejemplos de familias hebreas que vivieron en Monforte con anterioridad al año 1492.
En cuanto al tema de la sinagoga los datos de que disponemos nos la emplazan en un solar hoy arruinado situado en la calle Falagueira. Curiosamente, al comienzo de la investigación, la tradición popular ya la ubicaba en esta calle intramuros de la villa que fue durante la alta Edad Media la mas importante del Monforte medieval.
Recientes documentos que hemos hallado nos sitúan la ”Torah” judía en la Falagueira. En foros se llega a concretar que estaba frente al viejo Ayuntamiento de Monforte, el que perduró hasta el siglo XIX en el que se cambió de emplazamiento bajando para la calle del Comercio.
La sinagoga solamente conserva los muros y al fondo, lindando con el monte de S. Vicente, dentro del propio solar dos cuevas que, según los últimos datos y opiniones especializadas pueden corresponder al ”miwe” o baño ritual hebreo.
Son dos cuevas, una de ellas con unos peldaños para bajar al estanque y en ella se puede ver un orificio en la parte superior, labrado en la roca que servía para recoger el agua precedente del cielo.
La existencia de dos cuevas demuestra la tradición de separar a mujeres y hombres en las prácticas religiosas de los hebreos para que el sexo no les aleje de Dios, nos aclaran unos judíos residentes actualmente en A Coruña.
La sinagoga sigue en manos privadas y el ayuntamiento está haciendo gestiones para convertirla en un lugar público.
La calle de la sinagoga, como en muchos otros lugares, fue rebautizada como la calle de la Cruz, para de alguna manera borrar los rastros de la presencia judía y cristianizar el entorno; en otros lugares se llamaba a la calle a partir de la expulsión ”Rúa Nova”. Precisamente, en la rúa Nova de Ourense es donde habitaban la mayor parte de los judíos.
Lo de calle ”de la Cruz” se basaba en el hecho de que el símbolo más emblemático de la cristiandad es la Santa Cruz, de esa manera se rebautizaba la calle como se hacía con los judíos convertidos que cambiaban el apellido por otro cristiano como Santamaría, Lemos, Guadalupe, etc.
Tras la expulsión de 1492 la mayor parte de los hebreos que no quisieron convertirse al cristianismo marcharon a Portugal. En Portugal en el año 1496 se produce el edicto de expulsión. Esto supuso que muchos judíos retornaran a la vecina Galicia, eso sí, convertidos al cristianismo pero en su mayoría, de manera falsa.
Fue entonces cuando comenzó un largo período que abarca desde el siglo XVI al XVIII, siglos en los que la Inquisición se cebó en muchas familias de judeo conversos o cristianos nuevos asentados en Galicia, procesados por seguir fieles a los principios de la religión mosaica.
Los principales puntos de asentamiento de estos ”cristianos nuevos” fueron Ourense, Allariz, Ribadavia, Tui, Monforte de Lemos, Celanova.
Podemos observar que los conversos eligieron para su morada los mismo lugares donde vivieran antes de 1492.
En Monforte tenemos abundantes familias conversas procesadas por presuntos escarnios, injurias o seguir fieles a la religión hebrea.
La familia más importante judía y luego conversa es la de apellido Gaibor.
Los Gaibores asentados en Monforte, por lo menos, desde el siglo XV, era de origen hebreo y, según un documento de la Inquisición de Santiago, del año 1580, su tronco fue Juan de Gaibor, padre de Jorge de Gaibor, que se bautiza en edad ya avanzada, para salvarse de la expulsión. Juan de Gaibor aparece en foros de finales del siglo XV, pertenecientes al monasterio de S. Vicente del Pino, concretándose que era Secretario del II Conde de Lemos.
Los judíos convertidos viendo la situación peligrosa que se les presentaba, sobre todo, al instalarse el Tribunal de la Inquisición de Galicia en la segunda parte del siglo XVI, pensaron en usar parte de sus ahorros para la compra de cargos públicos ofrecidos por la administración, que no se preocupaba, por lo general, si estos ”aspirantes” eran cristianos viejos, judíos convertidos, etc. Al existir buenas cantidades dinerarias por medio, el objetivo estaba cumplido y las creencias religiosas no importaban.
Los Gaibores son el mejor ejemplo monfortino de que, la comunidad de judíos, luego conversos de Lemos, contribuyeron con su trabajo a la construcción de aquella compleja sociedad monfortina de los siglos XV, XVI, XVII, XVIII, ocupando cargos públicos en el Ayuntamiento de la villa, al servicio de los titulares de la población, desarrollando una intensa labor comercial, etc.
Uno de los vestigios materiales más importantes del pasado semita monfortino es una lápida de mármol que se encuentra en la actualidad en el Museo Arqueológico Provincial de Ourense que pertenecía a la capilla que los Gaibores fundaron a comienzos del siglo XVI en el convento franciscano de S. Antonio de Padua, donde tenían el panteón familiar los Condes de Lemos.
La lápida es una de las pocas piezas que perdura del desaparecido convento franciscano. Tiene una inscripción que dice:
AQUI IACEN JUAN DE GAIBOR Y SU IJO JORGE DE GAIBOR FUNDADOR DESTA CA ”PILLA FUE” RON VECINOS Y REGIDORES DESTA VILLA.
A la inscripción le falta una parte, lo que motivó la errónea creencia, hoy aclarada, de que dicha pieza avalaba la fundación de una casa en Monforte de Lemos por parte del linaje de los Gaibor. Ponemos entre comillas la parte que le falta a la lápida.
El hecho de que fueran llamados al Concejo, denota que tenían en la sociedad local de aquellos años, un reconocimiento y poder. Esta posición pudo derivarse de su situación económica o bien de su competencia personal en los asuntos de la administración del concejo.
También hemos conseguido ubicar las casas donde vivieron los Gaibores durante el siglo XVI-XVII. Se trata de bellos inmuebles de piedra sillar situados entre la Praza de la Pescadería y el comienzo de la calle de la Falagueira.
Foros de aquellos siglos nos la sitúan perfectamente y, asimismo, como la familia se unió en el siglo XVII a los Ponce de León y Somoza. Es más, en dichos inmuebles aún se pueden apreciar el escudo de los Ponce de León y Somoza, no el de los Gaibores, pues, como cristianos nuevos no se les permitía tener escudo nobiliario, salvo en contadísimos casos, como ocurrió con la familia conversa de los Guadalupe.
Varios miembros Gaibores fueron procesados por la Inquisición a lo largo del siglo XVI-XVII. En ninguno de los casos se llegó a consumar la pena ni probar nada. Así lo demuestran los documentos de la Sección de Inquisición del A.H.N. de Madrid.
Entre ellos podemos citar a Benito de Gaibor, Cristobal de Gaibor, Juan de Gaibor, Francisco de Gaibor, Antonio de Gaibor, etc.
Actualmente, estamos haciendo las gestiones oportunas desde el Ayuntamiento de Monforte de Lemos con el Museo Arqueológico Provincial de Ourense -gestor de la pieza- y con el Ministerio de Cultura -dueño de la pieza-, para poder traerla a Monforte y gestionarla. Sería un importante referente de la historia hebrea local.
Entre los escarnios e injurias más conocidos en la historia monfortina se encuentra ”El Cristo de los Azotes” y el ”Cristo de la Colada”
Fray Jacobo de Castro, cronista de la Orden Franciscana, coincidiendo con su visita al convento monfortino de S. Antonio en el siglo XVIII, dejó noticia de la existencia de dos curiosas piezas allí custodiadas. Dice:
”… Una de ellas estando azotándola unos judíos en su infame sinagoga dio voces llamando al padre guardián, quien (…) guiado de aquella lastimosa voz (…) se entró en la sinagoga y recobrando la imagen (…) tuvo tiempo para dar cuenta a un ministro del Tribunal, quien prendió y castigó a los judíos, y depositó la imagen en este convento (se refiere al de S.Antonio) En cuanto a dos imágenes de Cristo muerto bien crucificado que en este convento se tienen con especial veneración de la estatura de una tercia (…) uno con el título de ”La Colada” y este está en la Sacristía con las demás reliquias y el otro con el título de ”Azotes” está en la celda guardianal con una estatua de San Antonio de estatura pequeña (…) Es tradición que una vil mujer la entró en una caldera de colada, que estaba hirviendo, deseando (…) borrar la hermosura de la imagen (…) Por más que sudó y afanó la proterva mujer en supultar en lo profundo de la caldera la imagen, ésta se subía a la superficie de la colada. No se ejecutó esta execrable maldad con tanta cautela que no se hiciese publica; y averiguada fue presa y castigada la mujer por el Santo Oficio (…) Sucede con esta santísima imagen una cosa bien portentosa y es que, siendo fácil abrir la caja en que está cerrada y colocada no es posible abrirse por más vueltas que se den a las llaves, si dentro de la sacristía se halla algún judío”
Nosotros disponemos de nuevos e inéditos documentos que relacionan la historia del ”Cristo de los Azotes” de miembros de la familia GAIBOR.
Un documento del año 1580, perteneciente a la Inquisición de Santiago, hoy guardado en el A.H.N. de Madrid, dice:
”Jorge de Gaybor difunto vecino de Monforte de Lemos, denunciado de que azotava en su casa de noche a un crucifixo, examinaronse cerca de ello doze testigos entre los quales declaro uno que siendo su criado y dexandole encerrado y volviendose para le hablar sintio que dava golpes y poniendose a escuchar le parecio al testigo que los dava a un crucifixo que tenía allí, consta asimismo por el testigo y dicho de vista que en el tiempo que se tratava deste pleyto en Monforte de Lemos delante del Juez seglar y le fue el dicho Juez a buscar la casa al dicho Jorge de gaybor un muchacho suyo llevava para sant francisco de aquella villa un crucifixo ascondido y fue descubierto lo qual se tubo por indicio contra el dicho Jorge de Gaybor consta asimismo que el dicho Jorge de Gaybor fue oraquel tiempo había quarenta años (esto se dice en el año 1580 y el suceso ocurre en el año 1540)a presentarse enla Inquisición de Valladolid y que se volvió sin presentarse a su casa a domurio ay a pocos dias ay contra el dho Jorge de gaybor…”
Otro documento del mismo año y fuente dice:
”Juan de gaybor difunto hijo del dicho Jorge de Gaybor vecino de Monforte, denunciado de que siendo muchacho le toparon con un crucifixo y unos azotes en la mano y que como bio gente los ascondio en una arca -examinaronse quatro testigos y que no resulto cosa de vista mas que de que siendo pequeño y aprendiendo a ler le azoto al dicho Juan de Gaybor el clerigo que le enseñava por averle hallado azotando y deste castigo ay dos testigos de vista aunque el uno dize lo bio entonces castigar Pero que no save si era por aquello, no se examino por ser defunto el clerigo.”
Otro documento del mismo año y fuente:
”Pedro de Gaybor vecino de la villa de Monforte de hedad de sesenta años fue testificado por un testigo de vista y dos de oydas de qye en una arca suya avian visto unos azotes y un crucifixo pintado en tabla estos testigos de vista fue una criada suya…”
Otro documento del mismo año y fuente:
”En Monforte de Lemos Pedro de gaybor hijo del dho Jorge de gaybor vecino demonforte, denunciado dequecierta moza criada suya conquen tenia conversacion leavia avierto una arca que tenia un sobrado y avia hallado ay un Crucifixo yunas llagas examinosela dha moza yfue de vistayotros tres de oydas.”
En cuanto al Cristo de la Colada sabemos por un documento inédito hasta la fecha que en 1785 aún se conservaba en el convento franciscano de S.Antonio y era objeto de veneración por los monfortinos. Dice un documento de ese año, documento depositado en el archivo municipal monfortino:
”En la villa de Monforte de Lemos a treinta dias del mes de junio año de mil setecietos ochenta y cinco por parte de don Ignacio Correa vecino desta villa se exivio en este oficio los papeles y escripturas siguientes (…) y una escritura de foro que en fuerza de dichos autos y licencia hizo la referida doña Benita Vázquez Salgado dela expresa casa y guerta a favor del mencionado don Ignacio Correa en renta anual (…) y un QUARTERON DE CERA PARA EL SANTISIMO CRISTO DE LA COLADA SITO EN EL CONVENTO DE SAN FRANCISCO.”
Sabemos de esta pieza hasta años antes de la invasión napoleónica y, teniendo en cuenta la tradición religiosa y popular de la misma, lo lógico es que fuera colocada a buen recaudo antes de la entrada de los invasores franceses. Tal vez hoy se guarde en alguna casa monfortina, desconociéndose su verdadero valor histórico.
Otras familias conversas asentadas en Monforte de Lemos y que fueron en su momento procesadas por el Santo Oficio de Santiago, con diferente suerte son las siguientes: CORONEL, PEREIRA, CESPEDES, LEON o DE LEON, ABRAHAN DE LUCENA, FONSECA, PAZ, GUADALUPE, MEZQUITA, OLIBERA u OLIBEIRA, AVILA, NÚÑEZ, DE FREYTAS, FEIJOO, ALVAREZ, CARNEIRO, FALCÓN TRIGO, CENTENO,CARRIZO, XATO, etc.
El vocablo ”De Lemos” o ”Lemos” es singular de nuestra tierra y da nombre a nuestro valle. Su significado si seguimos a Manuel Murguía, Padín y Bullet, entre otros, alude a tierra húmeda, lo que encaja perfectamente con nuestro país.
Lym, Leman, Limoges, Limia, son algunos de los topónimos españoles y europeos que, al igual que nuestro Lemos, titulan poblaciones de tierras fértiles y húmedas.
Desde la Alta Edad Media ”De Lemos” da nombre a los titulares de la villa, hoy Ciudad, los Señores y luego Condes hereditarios y perpetuos por encima de los apellidos Castro, Enríquez, Osorio, etc.
Una de las ramas de la familia de los López que se distinguió desde los primeros momentos de la Reconquista tenía propiedades y castillos en el valle de Lemos, señoreando los actuales ayuntamientos de Sober y Pantón. Para diferenciarse de otras familias colocaron el término ”De Lemos” constituyendo la familia de los Lopez de Lemos.
Las familias hidalgas de apellido ”De Lemos” avecindados en el país lusitano, tenían sus raíces en nuestra tierra. Los descendientes de los Condes de Lemos y los Condes de Amarante -López de Lemos- alcanzaron gran fama en Portugal.
La ciudad de Monforte se le añadió de forma oficial, en el año 1916, el término ”De Lemos” para diferenciarlo de otras localidades del mismo nombre Monforte.
No existe otra población ni región ni accidente geográfico o familia noble -salvo las procedentes de nuestra tierra- que se identifiquen con ”De Lemos”-
Lo que resulta ciertamente sorprendente y destacable es la cantidad de familias sefarditas que, desde el siglo XVI al actual, se extienden, sobre todo, por Europa y América, teniendo dos denominadores comunes: SU ASCENDENCIA SEFARDITA Y SU APELLIDO ”DE LEMOS”.
No podemos afirmar que todas estas familias sefarditas de apellido DE LEMOS provengan de nuestra Ciudad, no todos tendrían como móvil para adoptar este apellido su origen geográfico en Monforte de Lemos o en la Tierra de Lemos.
Tal vez, en el momento de su conversión, de su bautismo al cristianismo, adoptasen el nombre para buscar la protección de los Condes de Lemos o de otros nobles relacionados con nuestra región. Acaso para honrar alguna deuda contraída con estas familias.
Comprobamos que existen descendientes de sefarditas con este apellido en lugares tan dispares como Altoona, Hamburgo, Prusia, Curaçao, Brasil, Santo Domingo, Amsterdam…
Los primeros se remontan al siglo XVI y los últimos viven en la actualidad, en diversos países europeos y americanos.
Desde la segunda parte del siglo XVI muchas familias semitas tuvieron como punto de referencia América.
Con la inestimable ayuda de Doctor Mordechai Arbell del Congreso Mundial Judío; del Doctor Moshe Shaul, Vicepresidente de la Autoridad Nacional del Ladino y Director de la revista en ladino ”Aki Yerushalayim”; del Doctor Carlos Barros de la Universidad de Santiago de Compostela; del Doctor Anselmo López Carreira de la U.N.E.D. de Ourense; del profesor D. Jose Luis Chao Rey, Presidente del Centro de Estudios Medievales de Ribadavia; de la Sra. Claudie Blamont Presidenta del Círculo de Genealogía Judía de París; del Doctor Paulo Valadares y Doctor Faiguenboim de la Asociación de Genealogía Judía de Brasil; del Doctor Marcelo Benveniste, de la Asociacion de Genealogía Judía de Argentina del Doctor Arlene E. Jacob de EE UU; del Doctor Abraham Haim Catedrático especialista en Historia del Próximo Oriente, ex profesor en la Universidad de Tel Aviv; entre otros, hemos conseguido recopilar un centenar de judíos de apellido ”DE LEMOS”, que van desde el siglo XVI a la actualidad.
Algunos de ellos son los siguientes:
El Doctor Mordehai Arbell nos envía la siguiente información:
”En Curacao Moses de Daniel Benjamin con Rachel de Joseph De Lemos Benveniste. Moses Da Costa Lemos con Rachel Morales se casaron en el año 1762.
En Santo Tomás Zelia de Lemos nacida en la República Dominicana el 7 de octubre del año 1875, falleciendo en Panamá el 3 de junio de 1916, casada con Isaac Levi Toledano, nacido en St. Thomas el 9 de octubre de 1867, falleciendo el 14 de mayo de 1933. Zelia era hija de Samuel de Lemos, nacido en Prusia en el año 1854 y murio en Panama en el año 1897. Se conserva la lápida sepulcral. Raymond Levi De Lemos, nacido en Panamá en 1897 y fallecido en el año 1960 casado con Rachel Evelyn Melhado nacida en Panama en 1907, que fueron padres de Richard Raymond Toledano, nacido en Panama, casado con Amelie Antonia Sanabria de Toledano.”
En 1882 el general Dominicano Luperon inicio un proyecto: llevar judíos de Ucrania. Dominicano Luperon recibió apoyo de judíos residentes en Puerto Plata y Santo Domingo dirigidos por Jacob De Lemos. Jacob de Lemos, escribe en febrero de 1882: ”Siempre hemos sido recibidos, entre todas las clases del pueblo dominicano, con una hospitalidad exquisita…”
Hoy residen en Santo Domingo: Doctora Celina De Lemos, Ruben Lemos, José De Lemos, Mirna De Lemos, Miguel de Lemos, Rafael De Lemos.
La familia Toledano De Lemos vive hoy en Panamá. Tienen una empresa grande de pollos y huevos.
Hamburgo. Se conserva la lápida tumbal de Yosef Haim De Lemos con el siguiente escrito:
Lápida de entierro del preciado y prestigioso Yosef Haim de Lemos. Falleció en miércoles, 26 del mes de Tishrei. Año 5456. Año cristiano de 1695.
Recibí del Sr. Ramón Sarraga de Detroit, lo escrito en lápidas tumbales en Hamburgo de Joseph Hisquau De Lemos su esposa Abigail y de Daniel De Lemos. También en el calendario hebreo de Hamburgo Josepj De Lemos, Isaac de Lemos, Joseph De Lemos casado con Sara del Monte o Joseph Isquiau De Lemos Benveniste.
Así podíamos continuar hasta un centenar de judíos de apellido ”De Lemos”.
También podemos detenernos en el apartado de brujas, adivinadoras, etc., que hemos visto en la documentación consultada.
En la documentación que manejamos, sobre todo del siglo XVI, se desvela, entre otras noticias, la cantidad de adivinadores y brujas avecinados en Monforte y procesados por el Santo Oficio de Galicia.
Son un total de cincuenta casos entre los años 1580 a 1600, que incluyen a algunas personas ”poseídas” por el demonio.
Existen leyendas, dichos y refranes que denotan la tradición hebrea en Monforte.
Así, por ejemplo, los vecinos de la población de Sarria cantaban en el siglo XVII a los vecinos de Monforte de Lemos ”Monforte de Lemos, Monforte dos demos, quinientos vecinos, trescientos ladrones y el resto judíos.”
En la leyenda más importante y enraizada en nuestra localidad ”La Corona de Fuego” en diversas versiones, como la de Galo Salinas, se menciona a un judío con papel destacado en el desenlace de tan terrible suceso. Está claro que un relato que se desarrolla en nuestra tierra tenía que contar con alguna representación de la comunidad judía.
Hoy, los más viejos de Monforte recuerdan que no hace tanto tiempo era normal denominar a los vecinos del barrio de S. Vicente como ”rabudos”, vocablo que según la tradición local, deriva de rabino, dado que en esta zona se ubicó la sinagoga y la comunidad judía y conversa de modo mayoritario.
Por último, para terminar con este breve relato de nuestro trabajo de investigación histórica titulada ”Los judíos y conversos de Monforte de Lemos” trabajo que, entre otros resultados nos proporcionó nuestra importante entrada en la ”Red de Juderías de España ”Caminos de Sefarad”, dar las gracias a las palabras del Doctor Carlos Barros profesor en la Universidad de Santiago de Compostela, y miembro del C.S.I.C. en Santiago, que dice:
”Iniciativas posteriores en Pontevedra y Monforte amosan que está a medrar o interese pola historia xudía de Galicia.”
”Felipe Aira, historiador actual de Monforte de Lemos aporta a esta edición de Raigame, sobre xudeus públicos e xudeus conversos no antigo Reino de Galicia, tres artígos de gran interese polas súas referencias documentais inéditas sobre xudeus medievais, a familia xudaizante dos Gaibor, e as orixes inquisitoriais da tradicion que dicía que os xudeus monfortinos azoutaban a Cristo na súa infame sinagoga.”
* Felipe Aira Pardo es historiador e investigador . Delegado Local ”Red de Juderías de España”. Excmo Ayuntamiento de Monforte de Lemos , España.