Acababa de emerger la fumata blanca de la Capilla Sixtina cuando los rumores ya gritaban que el cardenal argentino Jorge Bergoglio, un jesuita, había estado a punto de ganar la votación cardinalicia para quedarse con el trono de Juan Pablo II. Ahora, a falta de uno, son dos los argentinos que habrían estado nuevamente en el centro de la atención mundial, esta vez entre los candidatos al Premio Nobel de la Paz 2009.
Así lo señaló el director del Instituto noruego para la Investigación sobre la Paz (PRIO), Kristian Berg Harpviken, quien todos los años elabora un listado extraoficial de los posibles aspirantes a ser considerados por el Comité sueco.
Es ahí donde aparecen el nombre del maestro de orquesta Daniel Barenboim y del pacifista Baruj Tenembaum, dos argentinos radicados en el exterior. El dato de PRIO coincide con la casa londinense de apuestas Ladbrokes, conocida como ”la quiniela del Nobel”, que incluyó a ambos en una apuesta hecha un día antes de conocerse quién sería el ganador.
”Mi mención me tomó por sorpresa”, dijo Tenembaum a PERFIL, en comunicación telefónica desde Suiza. ”Cuando mi nombre apareció en danza, recibí muchos llamados de gente destacada en el mundo”, comentó. ”La paz es eliminar al enemigo convirtiéndolo en amigo. Es sembrar solidaridad entre todos los hombres. Es el derecho a ser distinto”, comentó este santafesino que aboga por el diálogo judeo-católico y que se exilió en enero de 1976 tras ser secuestrado por la organización parapolicial Triple A.
Por su parte, Barenboim es desde hace años un candidato firme al Nobel por sus esfuerzos para lograr un entendimiento duradero entre palestinos e israelíes. El concertista dirige una orquesta con músicos musulmanes y judíos.
Por lo pronto, habrá que esperar medio siglo para saber cuán cerca estuvieron estos argentinos de acariciar el Nobel. Es que a diferencia del férreo secreto vaticano, transcurridos 50 años el Comité sueco revela quiénes fueron los candidatos y cómo quedaron posicionados.
*Desde Roma.