Una de las figuras más destacadas del Holocausto acaba de morir en Varsovia, a los 98 años. Irena Sendler organizó y dirigió un grupo que salvó a 2.500 niños judíos, rescatándolos del gueto de Varsovia.
Irena conocía las identidades de los niños y las mantuvo en secreto, aun después de haber sido torturada por los nazis. El único registro de sus verdaderas identidades lo conservaba en frascos enterrados debajo de un árbol de manzanas. Al finalizar la guerra, Irena desenterró los frascos y utilizó las notas para encontrar a los niños que colocó con familias adoptivas.
Esto nos recuerda a Raoul Wallenberg, el diplomático sueco que salvó a decenas de miles de judíos húngaros, y quien fuera secuestrado y desaparecido por los soviéticos, en 1945.
Baruj Tenembaum.
www.raoulwallenberg.net
mayo 19, 2008
