El jueves 19 de abril de 2007 la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires sancionó la Ley 2.307 por la cual se dispone incluir en la agenda educativa de la ciudad el Día Raoul Wallenberg (4 de agosto, fecha de nacimiento), sancionado a su vez por la Ley 2.088 del 14 de septiembre de 2006. El proyecto de ley fue presentado por el diputado Jorge Enríquez y votado por todos los diputados presentes a excepción de la diputada Noemí Oliveto, quien votó en contra.
LEY 2.307
Sancionada por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires el jueves 19 de abril de 2007
Artículo 1°.- Modifíquese el Artículo N° 2 de la ley 2088, el que quedará redactado de la siguiente manera:
”Artículo 2°.-Incorpórese a la Agenda Educativa el 4 de agosto como ”día Raoul Wallenberg”, en homenaje a la memoria del diplomático sueco.”
Artículo 2°.- comuníquese, etc.
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
El jueves 14 de septiembre de 2006 fue aprobada la ley que instaura el 4 de agosto como ”Día Raoul Wallenberg” en la Ciudad de Buenos Aires. Por primera vez en Sudamérica una ciudad dedica uno de los días del calendario a recordar la gesta del salvador de decenas de miles de vidas durante el Holocausto.
Raoul Wallenberg, un joven de escasos 32 años, se desempeñaba como diplomático sueco en Hungría hacia fines de la Segunda Guerra Mundial, en el momento en que Adolf Eichmann, uno de los tristemente famosos criminales de guerra que más tarde llegarían a la Argentina, decidió apurar la implementación de la así llamada solución de la cuestión judía. En su calidad de diplomático, se embarcó en una empresa de salvataje de inusitadas proporciones, emprendiendo un camino sin retorno.
En la actualidad, mucha gente alrededor del mundo ha oído sobre las extraordinarias acciones de rescate de los judíos húngaros llevadas a cabo por Raoul Wallenberg durante la Segunda Guerra Mundial.
Su imagen no era la del tipo heroico en el sentido ordinario, sino que fue un valiente organizador y negociador. Más aún, era un buen actor, un talento que le servía muy bien a la hora de enfrentar a los personeros del nazismo.
Wallenberg impresionaba a los alemanes, y por lo general aceptaban sus demandas. Obviamente, uno de los motivos del respeto que le manifestaban era su condición de diplomático sueco, investidura que los alemanes no se atrevían a violar. Alguna vez, al ser instado a buscar refugio dado que los nazis húngaros lo estaban buscando a el en particular, manifestó: …”No tengo otra opción. He aceptado esta tarea y nunca podría regresar a Estocolmo sin el conocimiento de que he hecho todo lo humanamente posible para salvar la mayor cantidad de judíos”…
Y continuó haciéndolo hasta que fue capturado, no por los nazis, sino por el ejército soviético.
Su acción humana, valerosa, ayudando a los judíos de Hungría le valió entrar en la galería de los ”Justos Gentiles del Mundo”, aquellos gentiles que desafiando todo tipo de peligro y exponiendo sus propias vidas, demostraron que aún en los momentos límites, puede existir un profundo sentimiento de solidaridad y humanidad.
Por lo anteriormente expuesto, solicito a los señores legisladores acompañen con su voto favorable el presente proyecto de Ley.-