El Correo Argentino ha anunciado la emisión para 2003 de un Entero Postal dedicado a conmemorar la figura de Monseñor Angelo Giuseppe Roncalli, salvador de judíos y otros perseguidos por el Tercer Reich durante el Holocausto.
Se trata de una de las primeras piezas filatélicas en el mundo dedicada a quien fuera diplomático del Vaticano antes de ser elegido Papa Juan XXIII en 1958.
Los Enteros Postales son piezas de correspondencia como tarjetas, aerogramas o sobres prefranqueados. Se emiten en conmemoración de temas de interés nacional e internacional. Llevan el franqueo preimpreso. Su precio de venta al público es el valor facial. Sus medidas son de aproximadamente 15,8 x 10,5 cms.
La iniciativa cuenta con el apoyo del Nuncio Apostólico en Argentina, Monseñor Santos Abril y Castelló quien señaló en una carta dirigida a Baruj Tenembaum, fundador de la Fundación Wallenberg:
”Deseo expresarle mi complacencia por la iniciativa, con la que se quiere honrar a una persona de espíritu tan humanitario, salvador de judíos y otros perseguidos en momentos de tristes recuerdos como el Holocausto”.
¿Quién fue Roncalli?
Cuando la Segunda Guerra Mundial estaba en su apogeo se produjo una de las mayores operaciones de rescate de judíos del horror del nazismo. La campaña fue liderada por Monseñor Roncalli, conocido más tarde como el ”Papa Bueno”.
Fue lo que algunos denominan ”Operación Bautismo”, un plan para bautizar a judíos húngaros: gracias a estos certificados de haber recibido el sacramento, muchos evitaron ser enviados a los campos de concentración.
Según testimonios dados ante los tribunales de Nüremberg, esto permitió salvar a 24.000 judíos, aunque fuentes católicas afirman que se dispensaron unos 80.000 certificados.
Sin embargo, para aquellos a quienes este recurso recuerda la conversión forzada de judíos, la administración del sacramento no sería un requisito sine qua non para obtener el certificado.
Monseñor Roncalli hacía tiempo que venía concibiendo el plan.
El fundador de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg, el argentino Baruj Tenembaum, asegura, incluso, que Roncalli fue enviado a la Nunciatura de Estambul castigado luego de haberse malquistado con sus superiores por haberse opuesto a Benito Mussolini.
La actitud del entonces futuro Papa, en contraste con cierta condescendencia hacia el nazismo que algunos sectores de la comunidad internacional le achacan a su antecesor, Pío XII, ha llevado a un grupo de personalidades encabezadas por Tenembaum -pionero del diálogo judeo-católico-, a lanzar una campaña mundial en favor del reconocimiento de Juan XXIII.
La campaña ya fue presentada al secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Angelo Sodano, en septiembre de 2000 en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York. Otro tanto hicieron los organizadores en Alemania ante el presidente de ese país, Johannes Rau. El siguiente paso es presentarla ante el propio Papa Juan Pablo II, para lo cual se están haciendo los arreglos correspondientes.