Es este un momento muy especial para la institución que presido. Se trata del primer acto público desde el fallecimiento, en diciembre pasado, del Padre Horacio Moreno, presidente por muchos años de la Casa Argentina en Israel Tierra Santa y la Fundación Wallenberg.
Quiero recordarlo aquí y ahora por que es una hermosa oportunidad para hacerlo junto a tantas personas que lo conocieron, lo quisieron y lo admiraron por su empuje, su sabiduría, su cultura, su coraje, su buen humor y su señorío.
Impulsor de incontables emprendimientos, acompañó a nuestro fundador, Baruj Tenembaum, en la aventura de abrir caminos de diálogo entre las religiones desde comienzos de la década del sesenta, cuando hacerlo era considerado una empresa audaz.
Con su acostumbrada claridad y precisión, nuestro vicepresidente, José Ignacio García Hamilton, ha escrito en un artículo del diario La Nación lo siguiente:
”El lema que el Padre Moreno y Baruj impulsaron para los diálogos interreligiosos era ”persuadir y no convencer”, porque convencer podía entenderse como doblegar, mientras que persuadir significaba, simplemente, mostrar razones. Moreno quería que todos conservaran sus credos y no intentaba convertir a nadie, sino que trataba de buscar los elementos positivos o los puntos de unión de las distintas religiones. También hablaba de preguntar y no inquirir, porque esto último evocaba la siniestra institución de la Inquisición. Era enemigo de la pena de muerte y afirmaba que todos los textos debían ser interpretados con buena fe y no con integrismos propios de fanáticos. Aventuraba que la bandera argentina había tomado sus colores del manto de la Virgen y que éste venía de los chales celestes que se usaban en las sinagogas. Por eso la enseña argentina, la israelí y la de muchos otros países hispanoamericanos tenían los mismos colores.”
En memoria del Padre Horacio Moreno pido guardar un minuto de respetuoso silencio.
Muchas gracias
El Ingeniero Oscar Vicente es el actual presidente de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg