Con los auspicios del Consulado General de Grecia en Nueva York, la Federación Sefaradí Americana y la Casa Sefaradí, Amigos Americanos del Museo Judío de Grecia, la Cámara Helénica-Americana de Comercio y la Fundación Internacional Raoul Wallenberg se conmemoró el Día del Recordatorio del Holocausto para la Judería Griega en una ceremonia a la que asistieron 400 invitados.
Entre las palabras sobresalientes de la jornada se destacaron las pronunciadas por la señora Catherine Boura, Cónsul General de Grecia en Nueva York; Su Eminencia, el Obispo Dimitrios de Xanthos, Director de la Oficina Ecuménica de la Iglesia Ortodoxa Griega en América; y los testimonios de Rosina Asser Pardo y Laura Molho Sard, dos mujeres griegas judías que fueron parte de los ”chicos escondidos” durante la Segunda Guerra Mundial.
También, los discursos de Andre Gregory, Presidente de la Cámara Helénica-Americana de Comercio; Mimis Cohen, miembro fundador original de Amigos Americanos del Museo Judío de Grecia; Abigail Tenembaum, Vicepresidente de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg, y David Dangoor, Presidente de la Federación Sefaradí Americana.
La Judería Griega sufrió casi una destrucción total durante el Holocausto. El 87% de los 77.000 judíos que vivían en Grecia antes de la Segunda Guerra Mundial fueron deportados y brutalmente asesinados en los campos de exterminio de Alemania y Polonia. Se trata de uno de los porcentajes más altos de Europa. La mayor parte de los judíos que sobrevivieron deben sus vidas a la ayuda brindada por la población cristiana de Grecia. El líder de la Iglesia Ortodoxa Griega, la policía Griega y casi todos los ciudadanos comunes, arriesgaron sus vidas (la pena por refugiar judíos era la muerte), proveyendo asistencia, refugio y soporte moral y físico para los compatriotas judíos. Muchas personas auxiliaron judíos para escapar de los territorios ocupados o se unieron a la resistencia contra las fuerzas nazis, en las montañas.
La Fundación Internacional Raoul Wallenberg honró con medallas la memoria de cuatro ciudadanos de Grecia por su eminente patriotismo y su valiosos esfuerzos para ayudar a salvar las vidas de judíos durante la Segunda Guerra Mundial: Se trata del Arzobispo Damaskinos de Atenas y toda Grecia (1891-1949), quien se opuso firmemente a las fuerzas nazis de ocupación y peticionó la deportación de judíos griegos durante la Segunda Guerra Mundial; Angelos Evert (1894-1970), quien jugó su vida al límite emitiendo certificados falsos de identificación; el Metropolitano Chrysostomos de Zakynthos (1890-1958) y Loukas Karrer, Alcalde de Zakynthos (1909-1985), quienes dieron sus propios nombres cuando un comando nazi les exigió una lista de los judíos habitantes de la isla. A continuación de la ceremonia de premios se exhibió por primera vez el film ”Chicos Escondidos en la Grecia Ocupada”, proyección organizada por el Museo Judío de Grecia.
En noviembre de 2003 el viceministro del Interior de Grecia, Nikos Bistis, anunció que los partidos de la oposición y los ministros del gobierno acordaron en designar al 27 de enero como el Día de Recordatorio del Holocausto. Hubo un pedido público de la comunidad Judía de Tesalónica para introducir al Día del Recordatorio del Holocausto en febrero de ese año. Finalmente, el parlamento griego proclamó en 2004 el 27 de enero como ”Día de Recordatorio de los Mártires Judíos Griegos y Héroes del Holocausto”.
Grecia se sumó así al Reino Unido, Alemania, Polonia, España, Italia, Rumania, Francia, Noruega, Finlandia, Rusia, Etonia, Israel, el Concejo de Europa y las Naciones Unidas que reconocieron al 27 de enero como el Día del Recordatorio del Holocausto para conmemorarlo anualmente.