Señor Director:
”En el curso de su prolongado papado, Juan Pablo II supo convertirse en el digno heredero de otro recordado pontífice, Juan XXIII, en tanto impulsor de cambios revolucionarios en la Iglesia en su vinculación con los judíos.
”Son numerosas las distintas iniciativas del sucesor de Pedro que permitieron crear las condiciones para la construcción de un clima armónico y de reconciliación entre la grey católica y el pueblo hebreo. Entre ellas cabe mencionar la visita a la sinagoga de Roma, su peregrinación a Tierra Santa y, especialmente, el pedido de perdón del 12 de marzo de 2000, en una declaración que, entre otros conceptos, señala: «Nos sentimos profundamente tristes por la conducta de aquellos que en el curso de la historia han hecho sufrir a vuestros hijos y al pedir vuestro perdón nos comprometemos a ejercer relaciones fraternales, genuinas, con el pueblo judío».
”Ese espíritu de entendimiento y respeto por las diferencias ha sido una de las virtudes más destacadas de Juan Pablo II durante sus veintiséis años de servicio a la Iglesia Católica.”
Padre Horacio Moreno
Natalio Wengrower
José I. García Hamilton
Baruj Tenembaum
Fundación Internacional Raoul Wallenberg
abril 6, 2005