Buenos Aires (CJL-OJI) – El embajador de España en Argentina, Manuel Alabart y el sacerdote Horacio Moreno, presidente de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg, junto con los vicepresidentes Natalio Wengrower y José Ignacio Hamilton, presidieron un acto, realizado en los salones de la Cancillería de la Embajada Española en Buenos Aires, en tributo a los diplomáticos españoles que durante la Shoá salvaron en diversas ciudades de Europa a judíos y otros perseguidos del nazifascismo.
Los diplomáticos recordados fueron:
- Miguel Ángel Muguiro, encargado de Negocios en Budapest en 1944.
- Julio Palencia, quien actuó en Bulgaria.
- José Rojas y Moreno, quien se desempeñó en Rumania.
- Bernardo Rolland Miota, cónsul general en París desde 1939.
- Sebastián Romero Radigales, quien es esforzó en la salvación de judíos de Salónica.
- Ángel Sanz-Briz, salvador de judíos húngaros como sucesor de Muguiro.
- José Ruiz-Santaella, agregado de la Embajada de España en Alemania en 1942, a quien Yad Vashem de Jerusalem ha reconocido como «Justo entre las Naciones».
Asimismo, durante este acto, la Fundación Internacional Raoul Wallenberg entregó plaquetas de reconocimiento a cuatro intelectuales argentinos que se han distinguido en la denuncia y esclarecimiento de los males del totalitarismo y el racismo: el escritor Uki Goñi; la investigadora Beatriz Guevich; el actor y director teatral y cinematográfico Sergio Renán y el escritor y conferencista Marcos Aguinis, quien hizo uso de la palabra en representación de los cuatro. También fueron distinguidos el nuncio apostólico en Argentina, monseñor Adriano Bernardini y el cardenal primado Jorge Bergoglio.
Una distinguida concurrencia participó del acto, entre quienes se encontraban personalidades de gobierno, la diplomacia y la sociedad argentina, la vida religiosa general y la comunidad judía, presididos estas últimas por el embajador de Israel, Benjamín Oron y el gran rabino Shlomo Benhamú. Se destacaron las presencias del jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra y de los embajadores de Suecia, Marruecos, Alemania, Vaticano, Portugal, Suiza, Turquía y Uruguay junto al embajador de Israel, como queda dicho más arriba.
Numerosas adhesiones fueron recibidas por los organizadores del acto, dándose lectura a las enviadas por el presidente de la República Argentina, Néstor Kirchner y por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España.
En la ocasión el embajador Alabart recibió de manos de su autora, la artista argentina Norma D’Ippolito, la escultura «Homenaje a Raoul Wallenberg».
Mensaje del Congreso Judío Latinoamericano.
El Congreso Judío Latinoamericano también hizo presente su adhesión a ese «acto de justicia y rememoración de las conductas nobles de personalidades que por su espíritu de humanidad hicieron honor al nombre de España.
«En esta oportunidad el Congreso Judío Latinoamericano, como entidad techo de las comunidades judías del continente, quiere reiterar su solidaridad e identificación con el pueblo español, que viene de ser víctima de uno de los mayores asaltos de la barbarie terrorista.
«A la luz de ese terrible acontecimiento que hirió en carne viva a España, quizás muchos espíritus en el mundo que se mostraron complacientes con las oscuras excusas del terror, tengan un sobresalto de lucidez y destierren todo afán de apaciguamiento so pretexto de obscenos sentimientos o razones.
«El terrorismo, todo terrorismo, es siempre criminal y atroz. Disponer de la vida de civiles desprevenidos es siempre un retorno a la barbarie. El pueblo judío y el Estado de Israel sufren una larga experiencia como víctimas de este regreso a una cultura cavernaria. Quizás la opinión pública internacional pueda ahora comprender mejor por qué el Estado judío debe defender la vida de sus ciudadanos y las comunidades judías en el mundo, particularmente en la Europa que conoció el Holocausto, tengan que denunciar y combatir el rebrote del nunca extinguido antisemitismo.
» Las acciones de los españoles que homenajeamos, envían desde el tiempo que se produjeron un mensaje de esperanza para toda la humanidad civilizada».