Por Baruj Tenembaum – 19 de julio de 2021
Andre Baccary nació hace 132 años, el 19 de julio de 1889, en una pequeña aldea francesa, Montigny-le-Gannelon, a unas 80 millas al noreste de París. Luchó por su país en la Primera Guerra Mundial y perdió una de sus piernas en una de las batallas.
Clemence y Andre Baccary
En su juventud se trasladó a la comuna de Bondy, cerca de París y allí empezó a trabajar como profesor en una escuela primaria de la calle Martel, en la capital francesa.
Muchos niños judíos asistían a esta escuela y la notable dedicación e integridad de Baccary se hizo conocida.
Después de la ocupación nazi, defendió a sus estudiantes judíos que llevaban la estrella amarilla cuando a menudo, algunos de sus compañeros de clase se burlaban de ellos.
Otras veces, cuando se le informó sobre posibles redadas e inspecciones alemanas, advirtió con anticipación a los niños judíos pidiéndoles que no asistieran a clases.
Con el paso del tiempo, la situación se deterioró y Andre concibió el plan de albergar a niños judíos en su propia casa en Bondy. Su primer invitado fue Pierre Canetti, quien para entonces había perdido a su madre. El segundo, fue Henry Brones en 1939
Andre y su esposa Clemence tomaron otra valiente decisión. Comenzaron a dar refugio a más niños en su casa de verano en la ciudad natal de Andre, Montigny-le-Gannelon. Creían que este pequeño pueblo lejano de Euer-et-Loir podía brindar la máxima protección a los niños perseguidos. Años antes, su casa en el número 9 de la calle Saint Gilles se había convertido en un campamento de vacaciones con el nombre de “Niños al aire libre”.
En julio de 1942, la policía francesa llevó a cabo una redada sorpresa en el distrito 10 de París, arrestando y deportando a los judíos que no tenían ciudadanía francesa.
En medio de la desesperada situación, Gedalia y Simha Zavarro se dirigieron a la pareja Baccary pidiéndoles que protegieran a sus 3 hijos, Roger, Edith y Renee.
Clemence y Andre aceptaron de inmediato y llevaron a los hermanos al refugio de su campamento de verano. Allí, fueron atendidos por Clemence y su hija Yvonne, mientras que Andre continuaba enseñando en París y regresaba a Montigny-le-Gannelon los fines de semana y los días festivos.
Además de la operación de refugio, Andre comenzó a obtener documentos falsificados para los niños judíos que no tenían la ciudadanía francesa, allanando su aceptación en las escuelas locales. Mientras tanto, más padres recurrieron a la pareja Baccary pidiendo protección a sus hijos, de modo que, además de los Zavarro, la casa del campamento de verano acogió a Henri Pechtner, Roger Friedman y los hermanos Albert, Henry y Renee Osinski.
Clemence se convirtió en la figura central en la casa franca de Montigny-le-Gannelon, ofreciendo afecto y seguridad a unos 10 niños de entre 3 y 15 años. Todos ellos estuvieron protegidos hasta el mismo día de la liberación de Francia. Los mayores asistían al «Cateadun Lycee» y volvían al campamento de verano los fines de semana, mientras que los más pequeños se quedaban en la casa, bajo el cuidado de Clemence e Yvonne y asistían a la escuela primaria con identidades falsas. Por ejemplo, Henry Pechter se convirtió en Henry Pechenaire y los hermanos Osinsky se convirtieron en Tornoi.
Placa en el campamento de verano de la familia Baccary, en Montigny-le-Gannelon. Archivo fotográfico Nicole Ballais. DR
Vale la pena mencionar el hecho de que la pequeña aldea de Montigny-le-Gannelon tenía 200 residentes en ese momento y todos conocían las hazañas de la familia Baccary para salvar vidas, sin denunciarlos.
Durante todo ese tiempo, Andre continuó enseñando en la escuela Martel mientras ofrecía refugio en su casa de Bondy a los padres de los niños Osinski, David y Faiga y sus abuelos, Joel y Laja, mientras los niños estaban bajo el excelente cuidado de Clemence e Yvone.
La pareja Baccary era muy estimada por sus vecinos y conocidos. Aceptaron dinero de aquellos padres que podían permitírselo, pero nunca rechazaron a todos los demás niños que no podían recibir apoyo económico. Andre estaba bien conectado con las autoridades municipales de quienes logró obtener cupones de alimentos para los niños que carecían de la ayuda financiera de los padres.
Sorprendentemente, todos los niños acogidos por los Baccary sobrevivieron a la guerra que en ese frente, terminó en agosto de 1944 con la liberación de Francia.
El 3 de febrero de 2008, Yad Vashem otorgó a Andre, Clemence y a Yvonne Baccary el título de Justos entre las Naciones, un merecido reconocimiento a esta singular familia de héroes.
La Fundación Wallenberg está actualmente involucrada en el proceso de proclamar las residencias en Bondy y Montigny-le-Gannelon como «Casas de Vida».