Kofi Annan recibe en su despacho a Baruj Tenembaum y Perla Graisman (2002)
Kofi Annan era un diplomático de renombre mundial. Se desempeñó como Secretario General de las Naciones Unidas durante 10 años, de 1997 a 2006.
Este estadista de finos modales dedico su vida a mejorar las condiciones de salud en su África natal y a denunciar cualquier forma de racismo y discriminación.
Annan sobrevio a su segunda esposa, Nane Annan, sobrina de Raoul Wallenberg. Esta conexión familiar nos dio una buena razón para acercarnos a él, y esta iniciativa demostró ser acertada. Encontramos en Annan un amigo y compañero sólido. Una persona profundamente comprometida con el legado de Raoul Wallenberg. Alguien que entendió la importancia de inculcar el heroísmo del salvador sueco en los corazones y las mentes de las generaciones jóvenes, que están ansiosas por identificarse con modelos positivos.
Nuestro primer encuentro con Kofi Annan y su esposa tuvo lugar en Nueva York, en su residencia, precisamente en agosto de 2002, con motivo del 90 cumpleaños de Raoul Wallenberg.
Nuestros anfitriones mostraron un gran interés en nuestras actividades y, desde entonces, ambos se convirtieron en una fuente de inspiración para nuestra ONG.
En otra reunión que celebramos en Nueva York, junto al Memorial Raoul Wallenberg ubicado frente a la sede de la ONU en Manhattan, le contamos a Kofi Annan nuestro sueño de identificar y marcar con placas especiales aquellos sitios en Europa que, durante la Segunda Guerra Mundial, sirvieron como refugios para las víctimas del Holocausto, especialmente a niños. Estaba fascinado por la idea y nos impulsó a implementarla. Unos años más tarde, nuestro programa Casas de la Vida se hizo realidad y hoy en día, hemos recopilado información sobre más de 500 Casas de la Vida en Italia, Francia, Bélgica, los Países Bajos, Dinamarca, Polonia, Grecia y Albania, y las cifras están creciendo día a día.
Kofi Annan estaba encantado de recibir nuestros informes periódicos con el progreso de nuestro programa Casas de la Vida y sus palabras de aliento sirvieron como una fuerza de motivación que nos impulsó a continuar nuestros esfuerzos.
Con su muerte súbita, hemos perdido a un gran amigo y seguidor. Lo echaremos de menos profundamente y haremos todo lo posible para seguir arrojando luz sobre los Salvadores, algo que estaba muy cerca de su corazón/
¡Que en paz descanse nuestro querido amigo!
Eduardo Eurnekian – Presidente
Baruj Tenembaum – Fundador
